Vivir sin trabajar

independencia financiera

Vivir sin pegar golpe, ingresando cada mes unos 2.000 euros. No da para darse a la buena vida, pero sí para vivir tranquilos. Es el sueño de la autonomía financiera. ¿Cómo conseguirlo?

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Basta con tener patrimonio. Una herencia, un premio de lotería o el fruto de un trabajo. ¿Pero, cuánto habría que conseguir? Los cálculos teóricos se hacen de una forma relativamente rápida. Si se quieren asumir pocos riesgos, se necesitará más capital. Si estamos dispuestos a tratar con la incertidumbre pero a cambio de mayores retornos potenciales, entonces bastará, como punto de partida, tener mucho menos en el bolsillo.

“Con un rendimiento del 2%, habría que invertir 1,2 millones de euros”, señala el analista Xavier Brun, para obtener unos 2.000 euros al mes

Xavier Brun, director de renta variable de Trea, un analista con años de experiencia, resume las dos opciones: “Con un rendimiento del 2%, que es el que en promedio ofrecen los bonos más comunes, habría que invertir 1,2 millones de euros”, indica. Si, en cambio, estamos dispuestos a jugar más, entonces la bolsa ofrece un rendimiento aproximado del 10% anual. Un dato que corresponde más o menos a lo que ha dado Wall Street desde 1926. En este caso, bastaría tener 250.000 euros para conseguir 2.000 euros al mes. Por último, si se quisiera optar por un término medio, invertir la mitad en bonos y el resto en acciones, entonces habría que tener unos ahorros de 750.000 euros.

Sin embargo, invertir en bolsa sin conocimientos previos nos llevaría con toda seguridad a perder dinero, por muchos manuales de autoayuda financiera que se encuentren en las librerías. En este sentido, sería mejor destinar el capital a fondos de inversión y confiar en un gestor que se adapte a nuestras necesidades.

Sale más a cuenta invertir menos pero regularmente desde joven que a una edad madura para lograr antes la autonomía financiera

Pero hay otro aspecto a tener en cuenta: el factor tiempo. “Si uno empieza muy pronto a invertir pocas cantidades, entonces a la hora de jubilarse tendrás mucho más dinero que si comienzas en una edad madura”, precisa Brun.

Es la teoría del interés compuesto: sale más a cuenta invertir 1.000 euros al año desde los 21 años que 1.500 a los 35. Si se ahorra en edades tempranas, se conseguirá el capital necesario para la autonomía financiera mucho antes. Como dice Brun, “al final, en lugar de esperar a ganar la lotería, es mejor que te la construyas tú mismo”. Qué dura es la buena vida (a veces).

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