Trascender el miedo a la muerte

la mirada de Oriente

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Main Ghat de Benarés

Benarés, ciudad sagrada sobre el río Ganges a la que todo hindú debe ir una vez en la vida para bañarse en sus aguas antes de regresar para morir. Por sus calles, las familias trasladan a los difuntos hasta el embarcadero donde serán incinerados, en un ritual de alegre cotidianidad. Hay flores y campanillas, sonrisas y lágrimas, entre llamas y cenizas que se fundirán en el río de la vida. Mientras unos pasan a mejor vida, otros se bañan celebrando la suya sobre estas escalinatas de raíces milenarias. Pocos lugares concentran tanta magia y sacralidad, con escenas que funden la vida y la muerte.

La muerte es un tabú, la vislumbramos con pánico o la obviamos cuando deberíamos poder mirarla a los ojos como algo que forma parte del ciclo eterno de la naturaleza. En Occidente el tiempo es lineal con un principio y un fin. En Oriente es cíclico, todo va y regresa. Por eso muerte y nacimiento pueden ser una misma cosa, ritos de celebración de una vida que se va y otra que llega. Así se vive entre las familias que incineran a sus difuntos en Benarés y en muchas de las geografías de Asia donde también se cree en la reencarnación, aunque esta no sea vista como un premio a la vida eterna, sino como la condena a la rueda del samsara o eterno ciclo de reencarnaciones de la que liberarse en alguna vida.

Debemos entender que la vida es impermanente y que algún día habrá que abandonar la sala del cine donde se proyecta nuestra vida. La cuestión no es vivir atenazado por las dudas y ansiedades que genera el miedo a la muerte, sino comprender que cuando nuestra película llegue a su fin podamos sentirnos satisfechos con lo que hicimos.

Nosotros, seres humanos, somos tan sólo pequeñas hormigas desfilando en la eternidad, y nuestra vida no es más que un anillo en un inmenso tronco de un árbol milenario. Estamos aquí de paso y debemos centrarnos en vivir plenamente. Quien se libera del miedo a la muerte cura muchos de sus males, porque detrás de este gran temor se ocultan casi todas nuestras neurosis y terrores inconscientes. Como dice el maestro zen Taisen Deshimaru, quienes resuelven el problema de la muerte pueden encontrar la verdadera felicidad en la vida.

En los ghats de Benarés cada día se celebra la vida y la muerte sobre el sagrado Ganges, cuyas fuentes brotan de la eternidad.

LA PRÁCTICA CONTEMPLA TU ADIÓS

Siéntate en postura fácil, cierra los ojos y respira largo y profundo. Pasados unos minutos, ya en estado meditativo, observa tu vida en una pantalla de cine. Cuando eras joven, la madurez y la vejez, sin importar qué edad tengas ahora. Finalmente, trasládate al momento de tu muerte y piensa cómo te querrías ir y cómo te gustaría ser recordado.

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