A la sombra de los gimnasios convencionales, se está gestando una nueva forma de hacer ejercicio. Las máquinas de pesas, las bicicletas estáticas o las cintas de correr han quedado eclipsadas por artilugios sumamente sencillos, incluso rudimentarios, como las ruedas, los troncos, las cuerdas, las piedras y, especialmente, el cuerpo. La razón: un conjunto de métodos de entrenamiento alternativos que, llevando la heterogeneidad por bandera, se están consolidando. Su filosofía es innegociable: mover cada centímetro del cuerpo para alejarse del, cada vez más, ser humano sedentario.
El objetivo no es conseguir un cuerpo perfecto sino, esencialmente, estar en forma. Son métodos de entrenamiento que se les llama funcionales porque buscan obtener beneficios en el día a día. “Queremos un cuerpo eficaz, que nos permita jugar a pádel sin cansarnos demasiado, atarnos los zapatos sin que nos duela la espalda o cargar la compra del súper”, comenta José Ramón Rodríguez, entrenador personal y especialista en entrenamiento funcional.
Evidentemente, esta gimnasia también va dirigida a aquellos que quieran ir más allá. Deportistas de élite o actores interesados en ganar o perder peso y músculo para protagonizar su próxima película también encuentran en esta tendencia las prestaciones idóneas.
Regreso al paleolítico
Trepar por troncos, saltar, reptar, correr o cargar rocas son algunos de los ejercicios básicos del Paleotraining (foto de la izquierda), un método de entrenamiento que se extiende por España. Esta disciplina, que presume de rápidos resultados, reproduce los ejercicios que se supone que el ser humano ha realizado durante milenios y acerca su estilo de vida al de nuestros ancestros. “No hay persona sedentaria sana” es su lema. SALAS PaleO EN BARCELONA, VIGO, LANZAROTE, VALENCIA Y OTRAS.
Esfuerzo en suspensión
El TRX se basa en trabajar el cuerpo con unas cuerdas ancladas que soportan e, incluso, elevan la figura para aumentar el rendimiento y los beneficios del ejercicio. Permite entrenar (con el cuerpo en suspensión) infinitas actividades. Las cuerdas son transportables. El método lo creó Randy Hetrick, un marine del ejército norteamericano que buscaba una manera efectiva, pero sencilla, de hacer gimnasia. Fisic Sport Club (Barcelona).
La fuerza de las cuerdas
Fuerza, resistencia, tonificación, y, sobre todo, una constante quema de calorías. El battle rope es otra alternativa que destaca por su exigencia física. Consiste en mover, sin parar, una cuerda gruesa y realizar ondas de mayor o menor tamaño y velocidad (en la foto de abajo, un ejercicio en un gimnasio de Barcelona). Se combina también con carreras y estiramientos. El aprendizaje es progresivo. José Ramón Gutiérrez, entrenador personal (Gijón y Madrid).
La rueda que engancha
El neumático de un camión o un tractor es el peculiar protagonista del Tire Training, que basa los entrenamientos en voltearlo, empujarlo, arrastrarlo, golpearlo, saltarlo... Esta disciplina, apta para todos, puede ser un entrenamiento completo, donde se exaltan la fuerza y la resistencia, o puede funcionar como complemento de otras variantes. Alberto Lázaro, entrenador personal (Madrid).
Alto rendimiento en poco espacio
Una cuadrícula de 2x2 metros dibujada en el suelo es el límite de The Grid, una tendencia completísima que llega desde Inglaterra. Dentro del recuadro se trabaja todas las capacidades físicas en clases de 30 minutos, con sacos, balones o discos como herramientas más comunes. Presenta cuatro programas distintos con objetivos concretos: fuerza, coordinación, entrenamiento cardiovascular y pérdida de peso. Virgin Active EN Granada, BARCELONA Zaragoza o Valencia.
A su manera
Hacer gimnasia funcional por su cuenta también es posible. Existen diversas apps que orientan y ayudan a construir un plan de entrenamiento individual. Freeletics.com o Workout Trainer son algunos ejemplos. Por otra parte, tampoco se puede olvidar el crecimiento del street workout o entrenamiento callejero que, usualmente en parques y espacios públicos, sólo utiliza el entorno (como los bancos) y el propio cuerpo para ponerse en forma.
RASGOS en común
Alta intensidad. Olvídense de los entrenamientos de una o dos horas. Estas nuevas tendencias apuestan por sesiones cortas, de 15 a 30 minutos, y sin parar ni un segundo.
Motor humano. El protagonista de todos los ejercicios es el cuerpo; que se ejercita globalmente. El entrenamiento analítico (hoy bíceps y mañana piernas) ha pasado a la historia.
Adiós a la rutina. El amplio abanico de posibilidades hace que, cada día, el entrenamiento sea diferente. La diversión, dicen los entrenadores, está asegurada.
Alimentación adecuada. Sin una buena dieta, los efectos no son los mismos. Todos los métodos se complementan con una pauta alimenticia que se adapta a cada persona.