Unos dientes sanos y blancos

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Más blancura. Ese parece ser el objetivo de muchas personas para su estética. Desde el 2010, la venta de dentífricos blanqueadores ha crecido un 33% y las solicitudes de blanqueamiento dental en clínicas, un 37%, según Matilde Pozo, experta en marketing cosmético y dermofarmacéutico.

Pero el primer paso para tener unos dientes sanos y blancos es someterse a una limpieza bucal en profundidad, más allá de la cada día en el aseo personal. Así, disminuyen las manchas del esmalte dental. Manuel Gómez, médico estomatólogo especialista en estética dental y profesor de la Universidad del País Vasco, opina que “los dentífricos blanqueantes no surten efecto: limpian, pero no blanquean. Es más, con su poder abrasivo, incluso pueden llegar a dañar el esmalte”. Por no hablar ya de remedios caseros, “como el bicarbonato sódico, con un alto poder abrasivo, o cítricos como el limón, que perjudican el esmalte y hacen que los dientes pierdan el tono y la vitalidad”, señala. “Muchas veces se abusa de los tratamientos estéticos blanqueadores cuando una buena limpieza bucal una vez al año tiene efectos más visibles”, expone Jimena Rodríguez, odontóloga de la Clínica Dental Jerez, de Jerez de la Frontera.

Al igual que la piel, cada persona tiene una tonalidad dental distinta, que puede variar entre blanca, gris, amarilla o incluso negruzca. El origen de esta coloración se encuentra en la propia genética, pero la tonalidad de la dentadura también puede verse alterada por el consumo reiterado de café, té, vino tinto o tabaco, que son causantes de la progresiva aceleración del proceso natural de oscurecimiento dental.

Existe una gran variedad de técnicas blanqueadoras y siempre debemos consultar a un dentista. La técnica más empleada actualmente es la de fotoactivación. Consiste en proteger en primer lugar los tejidos blandos como las encías y las mucosas orales para, a continuación, aplicar un gel con una solución de peróxido de hidrógeno sobre los dientes, que se activa mediante una luz LED. Con esta técnica se puede conseguir aclarar la dentadura hasta ocho tonos en una sola sesión.

También se puede realizar un tratamiento en casa, pero siempre bajo la supervisión y prescripción de un dentista que, en su consulta, tomará las medidas de la dentadura para luego fabricar unas férulas individuales, tanto para la mandíbula superior como para la inferior, en cuyo interior aplicaremos una pequeña cantidad de gel blanqueador. Será el odontólogo quien indique por cuánto tiempo deberemos emplear las férulas, siempre en horario nocturno para una mayor comodidad.

El gel que se utiliza para el blanqueamiento en casa es de una concentración más baja que el que se usa para el blanqueamiento por fotoactivación, por eso el tratamiento es más largo. La combinación de ambos hace que el casero potencie al clínico, obteniendo resultados más duraderos.

El maquillaje como aliado

La maquilladora Susana Sánchez, con una larga trayectoria en el sector de la moda, nos demuestra que un labial puede ser también una ayuda para incrementar el efecto de tener unos dientes blancos.

• Los labiales rojos con un subtono azulado son los que hacen que los dientes parezcan mucho más blancos.

• Los tonos rojos con toques anaranjados no destacan la blancura ni la acentúan.

• Los pintalabios rosas o rosados hacen que se acentúe el tono amarillo de los dientes, así que si los percibes amarillentos, huye de ellos.

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