Hanky Panky
El American Bar del hotel Savoy es un museo vivo de la coctelería. Ahí se peregrina para viajar en el tiempo y beber este complejo trago. Ni dulce, ni seco, con matices amargos, es un cóctel aperitivo creado por Ada Coleman, considerada la bartender mujer más famosa que llegó a dirigir esta barra mítica a principios del siglo XX. Sus ingredientes: vermut, ginebra y Fernet Branca.
American Bar at The Savoy: Strand, Londres.
La Piscina de Miguel
La barra del bar Canaletas, donde Miguel Boadas servía, hace un siglo, recibía el nombre de “piscina”. Este cóctel nace como homenaje al fundador de la coctelería más antigua de Barcelona. Sólo se servirán mil cuarenta petacas, diez por semana, con este potente elixir, de ron añejo y poesía líquida.
Boadas Cocktail: Tallers, 1. Barcelona
Negroni
Para tomar un negroni canónico hay que ir a Florencia. En el Caffè Giacosa, a pocos metros del Harry’s Bar, se inventó en 1920 este aperitivo dulce, amargo y embriagador. También es uno de los cócteles más fáciles de preparar –partes iguales de vermut, ginebra y Campari– y más complicados de dominar.
Harry’s Bar: Lungarno A. Vespucci, 22/R. Florencia.
Le Latin
Frank Dedieu ganó el año pasado la competición anual de coctelería que organiza una conocida marca de ron con este nuevo clásico. Se trata de un daiquiri ensuciado con salmuera de aceitunas y aligerado con vino blanco de uvas viognier. Dulce, ácido y salado, esta deliciosa copa no deja indiferente a quien la prueba.
Redwood: Chavanne, 1. Lyon