Aceite de oliva, un tesoro

Con un par

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ensalada de codornices en escabeche Ingredientes para dos personas · Dos codornices · Unas hojas de col kale · Unas hojas de escarola frise · Seis cebolletas encurtidas · Sal y pimienta, c/s · Un poco de vinagreta Para el escabeche: · Una patata monalisa · Aceite de oliva virgen extra, 200 ml · Manzanilla, 50 ml · Vinagre de jerez, 50 ml · Una cebolla · Un diente de ajo Paso a paso 1. Deshuesar las codornices. 2. Confitar las codornices en un cazo con el aceite a temperatura suave hasta que esté la carne tierna. 3. Retirar las codornices y pochar la cebolla y el ajo pelados y cortados en trozos grandes junto a una ramita de tomillo. 4. Una vez las verduras estén pochadas, agregar el vinagre de Jerez y la manzanilla. Levantar el hervor y retirar del fuego. Reservar. 5. Triturar la patata hasta que no tenga grumos, dejar reposar para que decante y retirar la mitad del agua que habrá quedado por encima del almidón. 6. Añadir esta mezcla de almidón crudo y agua de la patata en la olla con el aceite caliente y levantar de nuevo el hervor sin dejar de remover. Colar por colador fino. 7. Emulsionar con ayuda de un túrmix la mezcla de fécula de patata y aceite hasta conseguir una crema blanquinosa y de textura untuosa. 8. En un cazo de agua hirviendo con un poco de sal, escaldar las hojas de col kale para posteriormente enfriarlas en un baño de agua con hielo. 9. Limpiar la escarola frise. 10. Partir las cebollas encurtidas por la mitad y quemarlas un poco en la sartén por la parte interna. Reservar. 11. Aliñar en un bol la codorniz con la salsa de escabeche previamente preparada, rompiendo un poco la carne para tener trozos más pequeños. 12. En un plato llano, colocar un aro y disponer la codorniz en la base seguido por la escarola frise limpia y aliñada con un poco de vinagreta, sal y pimienta. Terminar con la col kale escaldada encima, igualmente aliñada. 13. A modo decoración disponer por encima la ensalada con unas cebollas encurtidas marcadas y unos puntos de la propia salsa de escabeche.

Es el oro líquido de España, el producto más exportado fuera de nuestro país. Y es que el aceite de oliva, sobre todo el virgen extra, no sólo es beneficioso para nuestro organismo por los ácidos grasos monoinsaturados y los compuestos antioxidantes que aporta; sino que además es extremadamente valorado por los cocineros de todo el mundo por su aromático sabor.

Basta con un chorrito para alegrar cualquier plato, para ayudar a ligar una receta o para conseguir la mejor fritura, ya que si hay un ingrediente multiusos ese es el aceite. Pero ojo, porque encontrar uno bueno no es tan fácil como puede parecer en un principio, ni siquiera en un mercado como el español, donde se produce el mayor volumen y el de mejor calidad.

Un macroestudiode la OCU alerta de que la mitad de las marcas de referencia mienten en el etiquetado pese a los exigentes controles en su producción

Denunciados en múltiples ocasiones por organizaciones de consumidores y usuarios, los fraudes en el aceite están a la orden del día. El último macroestudio de la Organización de Consumidores (OCU) alerta de que la mitad de las marcas de referencia mienten en el etiquetado de este producto pese a los exigentes y rigurosos controles de su producción.

Nosotros mismos nos hemos recorrido España para dar con el aceite perfecto y tras probar muchos hemos de decir que nos quedamos con el que elabora la Cooperativa Sant Isidre de les Borges Blanques en la comarca catalana de Les Garrigues, en la provincia de Lleida. No sabemos por qué, pero es capaz de ligar las salsas mucho más que cualquier otro aportando además un sabor muy especial. Para quienes aún no lo conozcan, este aceite perteneciente al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Les Garrigues y se elabora con una cuidada selección de aceitunas arbequinas procedentes de árboles centenarios.

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falsas angulas al pilpil Ingredientes para dos personas Para las angulas: · Harina de trigo, 300 g · Yema de huevo, 115 g · Leche, 15g · Sal, c/s · Un sobre de tinta de calamar Para el colágeno de bacalao: · Piel de bacalao, 200 g · Aceite de oliva virgen extra, 100 ml Para el pilpil: · Una cucharada de colágeno de bacalao · Aceite de oliva virgen extra, c/s · Un diente de ajo · Una guindilla seca · Una ramita de perejil Paso a paso 1. Hacer la pasta fresca mezclando en un bol la harina con la yema de huevo, la sal y la leche. Amasar hasta conseguir una pasta homogénea. Dejarla reposar durante una hora en la nevera protegida con un plástico film. 2. Estirar la pasta con ayuda de una máquina para conseguir una lámina muy fina. 3. Pintar la superficie de la pasta –sólo de un lado– con la tinta de calamar disuelta en unas gotas de agua. Dejar secar unos segundos antes de enharinar bien y cortarla como si de espaguetis se tratara, en segmentos de unos seis u ocho centímetros. Reservar bien enharinados. 4. Para el colágeno de bacalao, lavar bien la piel del pescado eliminando el exceso de sal y escamas. Una vez bien lavada y desalada, confitar en el aceite de oliva virgen extra a fuego muy suave. Hecho esto, colar el aceite y triturar bien hasta conseguir una crema fina y sin grumos. Colar y reservar. 5. Para preparar las angulas sofreír en una cazuela con un poco de aceite de oliva el ajo laminado y unas rodajas de la guindilla, como si de un pilpil se tratara. 6. Cocinar las angulas en una olla a parte con agua abundante y sal, sumergiéndolas en el agua durante un minuto para que se cocine la pasta. Escurrir y agregar en el aceite caliente donde se ha sofreído el ajo y la guindilla. 7. Añadir una buena cucharada de colágeno de bacalao, ligar bien y servir en la misma cazuela con un poco de perejil picado por encima.

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