Una de las buenas intenciones más reiteradas es la de empezar a practicar algún tipo de ejercicio. Lo cierto es que practicar una actividad física con regularidad, no importa la edad, es una de las mejores inversiones que podemos ofrecer a nuestra salud y bienestar. Especialmente si va acompañado de una dieta adecuada.
Con una hora de deporte suave o moderado no hace falta tomar alimentos especiales ni suplementos. Otra cosa es el nivel de competición o esfuerzos prolongados e intensos. En el caso de recurrir a productos de deportistas, que sean elaborados con ingredientes naturales.
Perder peso sólo con el ejercicio es complicado. Para que tenga algún efecto en este tema debe ser un ejercicio de intensidad media /elevada y durante más de 40-45 minutos. De todas formas, para perder peso siempre hay que combinar dieta y ejercicio.
Una hora de trabajo moderado representa de 150 a 300 kcal según las características del ejercicio y de la persona. Lo cual quiere decir que en general, y al contrario de lo que se cree, no hay que aumentar prácticamente el aporte energético.
Beber antes del ejercicio es aconsejable. De 150 a 250 cc de agua son suficientes.
La hidratación es básica. Beber cada 20-30 minutos. Siempre en función del tipo de esfuerzo, de la temperatura ambiente y de la intensidad del entrenamiento.
Si el ejercicio es a primera hora de la mañana, es recomendable tomar un desayuno liviano (un zumo de frutas natural y unas galletas o una pequeña ración de cereales puede servir) y repetir desayuno después. No es aconsejable ejercitarse con el estómago vacío.
Es importante comer unas dos o tres horas antes del ejercicio. Especialmente si se trata de uno de alta intensidad. La comida debe ser suave, digestiva y rica en carbohidratos complejos. El pan, la pasta o el arroz, por ejemplo.