Manual del corte ideal

La base de un plato sabroso es una buena materia prima. Y para trabajarla, hace falta un buen par de cuchillos; o más. Para utilizar el ideal, Jordi Narro, director de cocina de la Escola Superior d’Hostaleria de Barcelona (Eshob), detalla para Magazine las claves que hay que tener en cuenta al escoger un cuchillo, y qué tipos son indispensables para cortar por lo sano.

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LOS CUCHILLOS IMPRESCINDIBLES

Como regla fundamental, un buen cuchillo es aquel que resulta práctico para una tarea concreta, independientemente del precio. Hay cuchillos diseñados específicamente para facilitar el corte de determinados productos. Aquí, una selección de los que no pueden faltar en cualquier cocina que se precie:

(de izquierda a derecha)

De sierra

La hoja de este cuchillo tiene un perfil dentado, diseñado para poder cortar el pan con facilidad. Pero no sólo eso, sino que es ideal para cortar cualquier alimento que sea duro por fuera y blando por dentro, como por ejemplo los tomates.

Santoku

De origen oriental, es similar al cebollero, ya que dispone de gran versatilidad. Sin embargo, son las estrías a lo largo de la hoja lo que le diferencia. Estas evitan que los alimentos se queden pegados al filo, facilitando el corte tanto de verduras como de carnes y pescados.

Cebollero

También conocido como cuchillo de chef, es el cuchillo estrella, ya que su hoja ancha y estable (de entre unos 20 y 40 cm) le da una gran polivalencia. Usado para picar en múltiples medidas verduras y hortalizas, trocear carne y pescado o laminar.

Fileteador

De hoja delgada y no muy larga, su característica principal es la flexibilidad. Gracias a ello es ideal para filetear carne y especialmente pescado, siguiendo la espina.

Puntilla

Con unos 10 cm de hoja y punta afilada, es ideal para pelar cebolla, ajo y verduras, además de ser útil para realizar todo tipo de cortes pequeños.

Al ser la parte por la que se coge el cuchillo, debe ser lo más cómodo posible. Para un manejo profesional, el equilibrio entre mango y hoja es fundamental.  Para asegurarse de ello, lo mejor es ir a una cuchillería o a una tienda especializada y asir en persona el cuchillo en cuestión. De todos los materiales disponibles, es mejor evitar la madera y el plástico, ya que se degradan con mayor velocidad.

EL MANGO

La hoja o filo del cuchillo ha de tener una gran capacidad de corte, ser resistente al óxido y resultar fácil de afilar. ¿Qué materiales cumplen estas tres premisas? Desgraciadamente, ningún compuesto es perfecto para todos los tipos de cuchillos, pero los más valorados son los siguientes: el acero inoxidable 440 se mantiene afilado y alejado el óxido, pero resulta difícil de afilar una vez desgastado. Por su parte, el acero al carbono es fácil de afilar y muy duradero, pero se oxida con facilidad. Su primo más distinguido, el acero de Damasco, es muy apreciado por su resistencia, flexibilidad y dureza. En cuanto a las hojas de cerámica tan en boga, tienen una extraordinaria capacidad de corte, pero son las más delicadas. A su vez, el titanio, gracias a sus propiedades antibacterianas y su gran ligereza, es el material ideal para un filo gourmet.

LA HOJA

El afilado es un proceso muy delicado, que puede echar a perder toda la calidad del cuchillo. Por ese motivo, Jordi Narro recomienda acudir a un profesional y evitar los afiladores callejeros a la antigua usanza. Para cuidar del filo en casa, se pueden realizar cursillos de afilado y comprar una piedra de agua japonesa, ‘‘el mejor material de afilado’’, según Narro

EL AFILADO

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