Viajes a través del paladar

Gastronomía

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Albóndigas suecas Quien visite Estocolmo puede probar las kotbullar, albóndigas de cebolla picada, carne de res y de cerdo, huevo y leche, que se fríen en manteca y son deliciosas. Las sirven acompañadas de salsa de carne espesa, puré de patatas o de arándanos azucarados. En Meatballs for de people (meatball.se) o Ulla Winbladh (ullawinbladh.se).

Viajar es un placer. Abre la mente, enriquece el espíritu y alimenta el alma que todo foodie lleva dentro. Pero una cosa son los platos típicos que todos identificamos (la pizza italiana, el desayuno inglés, el bacalao portugués…) y otra muy distinta las comidas de las gentes de cada país, las que perviven en sus recetarios. Aquí puede descubrir algunos de esos platos.

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Venecia, sabores hermanos Las sarde in saor son una de las perlas gastronómicas de Venecia. Es un plato muy sencillo y gustoso, un agridulce consistente en sardinas, cebollas y vinagre. Dónde tomarlas: en Ai Promessi Sposi, en la calle de l’Oca de Canareggio, en la Osteria Anice Stellato (osterianicestellato.com) o en la Ristoteca Oniga (oniga.it).

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Sopa de Polonia En Cracovia se puede saborear el zurek, sopa muy popular de harina de centeno (y sabor ligeramente agrio), con patatas y salchichas ahumadas. Se acostumbra a presentar en el interior de un pan. Se encuentra en Pod Wawelem (podwawelem.eu) o U Babci Maliny (kuchniaubabcimaliny.pl).

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Delicioso reblochon El plato francés a base de queso menos conocido fuera del país es la tartiflette. Además de queso reblochon, lleva patatas cocidas, bacon, cebollas, crema fresca, un toque de pimienta y un poco de vino blanco. Se sirve horneado. En París se puede probar en Pain, Vin, Fromages (painvinfromages.com) o en Le Chalet Saint Michel (lechaletsaintmichel.paris).

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Comida “de pobres” con marisco La açorda portuguesa trataba de aprovechar el pan de la víspera en un puré o sopa espesa. Con la mejora de las condiciones de vida se le añadieron frutos del mar. Es común encontrarlas de bacalao, gambas o camarones. En Lisboa se toman en Pap’Açôrda (papacorda.com) o Madragoa Café (madragoavinh osepetiscos.com).

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Patrimonio culinario de Flandes La carbonada a la flamenca es un clásico de la cocina belga. El secreto radica en el profundo y oscuro sabor de la cerveza trapense como Chimay o Westmalle, aunque muchos utilizan también cerveza ámbar de trigo y cebada como la Geuze o la cerveza Leffe, oscura y ligeramente dulce, que armoniza con la carne y las cebollas del guiso. Recomendables los restaurantes Kwizien Divien (www.kwiziendivien.be), en Brujas, o Mémé Gusta (www.meme-gusta.be), en Gante.

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El plato de los mercados flotantes de Vietnam La estrella es el pez oreja de elefante, que se prepara asado y se presenta entero, en posición vertical sujeto por un armazón. De textura agradable, se acompaña de tortitas de arroz como las usadas para los nems, junto con verduras y salsa picante. Uno de los lugares donde se sirve es en Báy Thòi Homestay, Bình Hoà Phu’óc, Long Hò District, en Vinh Long.

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Codillo de cerdo a baja temperatura en Berlín El eisbein es un codillo de carne sumamente melosa, que se deshace en la boca. En Zum Schusterjungen (el niño zapatero) (zumschusterjungen.com), con casi cien años de existencia o en Boulevard Friedrichstrasse (boulevard.berlin) acostumbran a acompañarlo de patatas y chucrut.

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