La ciudad que surgió del frío

Helsinki

Horizontal

La capital de Finlandia es casi una excepción en un país dominado por la naturaleza. De hecho, sus habitantes se escapan en cuanto pueden a las vecinas islas, como Valisaari, un espacio verde recuperado tras suprimir su uso militar. Helsinki diferencia con claridad la parte de la ciudad que mira al mar (surcada por veleros en verano y por rompehielos en invierno) de su interior compacto, donde destaca la grandilocuencia de aires parisinos de la época zarista, ya que Finlandia estuvo bajo mandato ruso hasta hace sólo cien años. Un ejemplo es el paseo de Esplanadi, con sus quioscos e invernáculos de acero y cristal que cobijan elegantes cafés. También abundan los edificios modernistas, alternados con grandes bloques funcionales de reciente factura, adaptados a los rigores del clima local. Y, por si fuera poco, sobre los tejados de la ciudad se alzan las cúpulas una catedral católica y otra ortodoxa.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...