Agua
Si bien es cierto que no requiere agua, habrá que regarlo de tanto en tanto para mantenerlo limpio, así como para sacar el polvo y el polen. Cuando aprieta el calor también es aconsejable refrescar el césped regándolo durante un par de minutos con la manguera. Hacerlo una vez al mes cuando bajan las temperaturas es suficiente para mantenerlo mínimamente limpio, además de evitar que se incrusten las manchas. Pero ojo, porque el exceso de humedad puede causar la aparición de hongos aunque sea un césped artificial. No es recomendable mojarlo en el caso de temperaturas bajo cero, ya que el hielo puede ir desgastando la base de látex.
Barbacoa
Ojo. El césped artificial es ignífugo y no va a prender. Pero sí es cierto que a partir de 80 grados comienza a derretirse. Esto significa que si cae una brasa al césped no provocará fuego, pero sí un quemazo en la zona donde haya caído, y eso no tiene solución. Para evitar estas situaciones, es recomendable tener un espacio sin césped para poner la barbacoa, o poner entre el césped y la barbacoa algún material que lo proteja, ya sean losas de piedra o alguna alfombra ignífuga.
Líquidos
Manguerazo cuando se derramen bebidas o cualquier otro tipo de líquido. También se puede aplicar previamente un jabón específico para césped artificial.
Restos orgánicos y heces de animales
Retirar las heces como cuando se recogen en los espacios públicos. También los restos de comida. Luego mezclar vinagre blanco con agua y lanzar un chorro de agua. También se puede optar por aplicarle jabón o una mezcla de agua y amoniaco o con un poquitín de lejía muy rebajado (un 3%) en agua en el caso de manchas difíciles y desinfectarlo. Ideal cuando se tiene animales de compañía. Evitar echar productos químicos fuertes sin rebajar en el césped artificial. Entre otros efectos, puede decolorar.
Rastrillo y cepillado
Ideal para retirar las hojas caídas de árboles u otros elementos o partículas. Un pequeño truco: si humedece el rastrillo, será más fácil recogerlas. Cuando cepille, hágalo en el sentido contrario a las fibras para evitar tensionarlas.
Chicle
Parece una tontería, pero no, porque se engancha de tal manera que deja restos siempre que se quiere sacar a la brava. Una de las soluciones es pasar un cubito de hielo. Con ello se consigue endurecer el chicle. Entonces se retira poco a poco. También se puede aplicar un chorro de agua a presión.
Coche
Puede parecer obvio pero hay quien aparca el coche encima del césped. Pues no, no es nada recomendable. Pueden caer gotas de aceite u otros productos químicos del vehículo que lo degraden irreversiblemente.
Mobiliario de jardín
Aunque lo chafe, no daña el césped, a no ser que arrastre las sillas o la mesa para desplazarlos. Es entonces cuando se puede arrancar algunos filamentos, lo que dejará zonas calvas.