¿Están a salvo mis mensajes?

Tecnología

El llamado cifrado de extremo a extremo garantiza la privacidad de las conversaciones, pero no todas las aplicaciones de mensajería lo tienen activado o incluso incorporado.

En un solo minuto se intercambian más de 20 de millones de mensajes de WhatsApp. Infinidad de conversaciones privadas cuyo contenido viaja por la red. Pero en tiempos en los que se han descubierto programas masivos de espionaje, ¿hasta qué punto son privadas esas conversaciones? Muchas apps de mensajería han incorporado medidas para garantizar que sólo emisor y receptor puedan leer lo que se envía, fuera del alcance de terceros. Una de ellas es el cifrado de extremo a extremo.

¿En qué consiste este cifrado?

Al iniciar la conversación, el dispositivo emisor y el receptor intercambian un código de seguridad para ver el contenido de sus mensajes. Cada mensaje se transmite protegido por una clave que es lo suficientemente compleja para que ningún tercero pueda descifrarla. Con el cifrado de extremo a extremo ni la empresa de mensajería podría acceder al contenido. “Podrían dar detalles como el número de mensajes enviados o la fecha y hora de envío, pero nada más”, afirma el analista de seguridad de Kaspersky Lab José Selvi. “Para WhatsApp, cuando se envía un mensaje es como si pasase una caja fuerte cerrada por delante de sus ojos”, añade. La app actúa como transportista de la caja fuerte (el mensaje) pero no tiene la llave que permite su lectura.

¿Hasta qué punto es importante?

“Que la información esté cifrada es muy importante”, añade la experta en seguridad informática Purificación Cariñena, doctora en Ciencias Físicas. “Mucha gente no es consciente de la cantidad de información que enviamos y recibimos con el móvil y de lo vulnerable que esta es si se transmite sin cifrar”.

“Un ciudadano de a pie siempre tiende a pensar que el contenido de sus conversaciones no es importante como para interesar a nadie, pero hay información sensible (contraseñas, ubicaciones, imágenes…) que puede ser interceptada por terceros”, añade Cariñena profesora de Ingeniería Informática de la Universidad de Santiago de Compostela. Información que puede ser usada, por ejemplo, para suplantar la identidad en otros servicios.

Aplicaciones seguras

WhatsApp, la aplicación de mensajería más popular en España y que cuenta con más de 1.200 millones de usuarios activos en todo el mundo, incorporó el cifrado de extremo a extremo en abril del 2016. La decisión se tomó después de hacerse públicas algunas vulnerabilidades del programa que evidenciaban sus carencias en cuestión de seguridad.

El nuevo sistema de cifrado de la app –desde el 2014, propiedad de Facebook– fue diseñado por el mismo equipo responsable de la seguridad de Signal, la app de mensajería recomendada por el exanalista de la CIA Edward Snowden. En pocos años se ha pasado de la desprotección total a que numerosas aplicaciones incluyan por defecto el cifrado de extremo a extremo. Aplicaciones como Line, iMessage o Telegram aplican esta tecnología. Otras como Facebook Messenger ofrecen al usuario la posibilidad de activarla.

Aunque la mejora de la seguridad ha sido progresiva, algunas apps de mensajería y redes sociales todavía no lo hacen, como Skype o Snapchat. Los expertos recalcan la necesidad de una mayor concienciación entre usuarios sobre la importancia de proteger su privacidad y lanzan una advertencia: toda la seguridad que apliquen las apps no sirve de nada si después se cometen imprudencias como tener el móvil sin contraseña.

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