Pantallas plegables, ¿el futuro del móvil?

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Su principal reclamo es la posibilidad de disfrutar de una pantalla más grande en un dispositivo que, plegado, tiene el tamaño de un móvil. Dos por uno: smartphone y tableta a la vez. El pretexto de la industria es que cada vez se consume más contenido multimedia desde el móvil y la experiencia mejora cuanto más grande es la pantalla.

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Huawei Mate X. El dispositivo cuenta con una única pantalla, exterior, que plegada es de 6,6 pulgadas de diagonal y que al desplegarla alcanza las 8 pulgadas.

Después de unos años sin grandes novedades respecto a smartphones –más allá de mejoras en la cámara o en pantallas infinitas que cada vez ocupaban más espacio en el frontal–, la industria ha dado a conocer la que podría ser la próxima disrupción en su categoría: los móviles plegables.

Hasta el momento se han podido ver ya varias aproximaciones diferentes. Este tipo de smartphones es hoy una realidad gracias a que la industria ha desarrollado pantallas flexibles. Se trata de pantallas de tecnología OLED, uno de los dos tipos de tecnología de pantalla más frecuentes en móviles y en televisores de gama alta, en el que no hay una fuente de luz que incide sobre la pantalla, sino que cada píxel se enciende y se apaga de forma independiente para mostrar un color. El reto tecnológico radica en que no sólo el panel OLED es flexible, sino que el resto de las capas que componen la pantalla –por ejemplo, la que aporta energía o sensibilidad al tacto– también tienen que ser flexibles y transparentes.

Las marcas llevan tiempo trabajando con pantallas flexibles, y estas tienen potencial más allá del móvil, por ejemplo en el sector de los wearables (smartwatches, pulseras inteligentes...), pero no ha sido hasta ahora, con la presentación de los nuevos smartphones plegables, que han captado la atención del público.

Es pronto para aventurar si esta innovación tecnológica convencerá al consumidor y si tendrá continuidad a corto plazo, pues aunque se trata de modelos que pronto saldrán a la venta –y no sólo prototipos–, todavía suscitan muchas dudas.

Los interrogantes

El precio. El Samsung Galaxy Fold rondará los 1.750 euros, y el Huawei Mate X, que roza los 2.400 euros, tiene el récord de ser el móvil más caro de los presentados hasta la fecha. Son cifras que los alejan definitivamente del consumidor medio. Es de esperar que si la innovación se populariza, los futuros modelos vayan abaratando esta tecnología.

Apps adaptadas. Por el momento no hay un catálogo de aplicaciones adaptadas a las nuevas pantallas planas. Dependerá de su implantación.

Las baterías. Contar con una pantalla mayor, o con dos pantallas, implica un mayor consumo. A falta de que llegue la siguiente generación de baterías, habrá que ver cuántas horas de autonomía ofrecen estos móviles.

Durabilidad. Algunos expertos señalan también que habrá que prestar atención a la durabilidad de los materiales, a cómo las pantallas resisten los continuos movimientos al plegar los dispositivos. No sólo el panel OLED, sino el resto de los componentes de las bisagras que permiten el pliegue.

Robustez. Los nuevos smartphones serán especialmente delicados ante roturas, a falta de que la tecnología de protección de pantallas se adapte también al concepto plegable. Parece difícil diseñar una funda que encaje con el diseño de los modelos presentados.

Coste de reparación. La pantalla de algunos smartphones de gama alta que están en el mercado supera ya los 300 euros; el precio que costaría reparar la de uno de los nuevos modelos podría fácilmente duplicar esa ­cifra.

La apuesta

Para conseguir que los consumidores apuesten por los nuevos modelos, las marcas se han centrado en que los móviles plegables destaquen por muchas más cosas, además de por su innovadora pantalla: diseño cuidado, potencia –con procesadores de última generación y hasta 12 GB de RAM–, cámara de fotos propia de un smartphone de alta gama, 512 GB de almacenamiento, tecnología 5G... En unos meses se verá si se hacen su hueco en el mercado.

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Samsung Galaxy Fold. Se trata de un smartphone con una pantalla principal de 4,6 pulgadas. La novedad radica en que el dispositivo se abre como un libro mostrando una segunda pantalla de 7.3 pulgadas en su interior.

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