La mirada de Oriente: La interculturalidad

El intercambio cultural es riqueza. Aquellos lugares que fueron puertos estratégicos para la navegación o cruces de importantes caminos de la antigüedad como la ruta de la seda, son hoy testimonios de un esplendor que tener en cuenta. Pueblos como Hoi Ann nos recuerdan que la mezcla cultural es un patrimonio que preservar. Las posturas dialécticas basadas en los extremos, segregando, separando y aislando no tienen mucho sentido. Está bien defender las tradiciones propias pero no a costa de despreciar al otro. Así lo entendieron los habitantes de este pequeño enclave de Vietnam, que desde siempre se abrieron al aprendizaje cultural de cuantos marineros la visitaban. 

Viajar abre horizontes al igual que el no hacerlo nos impide ver más allá de nuestro ombligo, cerrando la mente. Algunos viajan físicamente, otros lo hacen abriéndose a las culturas que les visitan. No importa, la cuestión es poder comprender que el mundo es un lugar muy grande del que todos podemos aprender. Las culturas pueden nutrirse entre ellas, complementarse, evitando radicalismos, muros ideológicos y barreras étnicas. Siempre desde el respeto. 

Marco Polo integró todo cuanto aprendió viajando por la ruta de la seda, llevando la pasta de la China a Italia, y Alejandro Magno encarnó al conquistador que integraba, recogía y respetaba, fusionando los elementos de su cultura clásica helenística con la riqueza de Oriente. 
La fusión de culturas nos enriquece mutuamente. Las tradiciones y elementos culturales pueden complementarse siempre que tengamos una actitud abierta. Viajar a lugares como Hoi Ann nos ayuda a comprender el valor de las culturas que se encuentran.

HOI ANN

Antiguo puerto colonial por el que pasaron mercaderes holandeses, portugueses y japoneses durante los siglos XVI y XVII, antes de formar parte de la vieja Indochina. Hoy la llamada perla de Vietnam es heredera de un pasado esplendoroso de rico intercambio cultural, visible en su bella arquitectura colonial y el sabor de una cocina que mezcla sabores orientales con el refinamiento francés. En ella, las mujeres elaboran la pasta cada día al amanecer cuando las bicicletas empiezan a transitar por el precioso puente japonés. Este es un lugar donde el tiempo se para, los sentidos despiertan y la herencia cultural resplandece. 

LA PRÁCTICA: COCINA DE FUSIÓN

Crear un plato mezclando ingredientes de distintas procedencias culturales. Se puede combinar en un plato de pasta o arroz especias orientales como cilantro, jengibre, pimienta o cúrcuma, con aceite de oliva, ajos y olivas negras. Atreverse a experimentar la riqueza cultural gastronómica y probar el resultado.