Las cuatro tendencias de la temporada: flequillo, color, moño y accesorio joya se vieron en el último desfile de Bottega Veneta (izquierda). Para hacer el moño se parte de una coleta con cuerpo y volumen que después se enrosca y se sujeta con horquillas o pasador.
Un cabello brillante, con volumen, abundante, manejable y sano es el más deseado. En otoño, cuando más cae, agradece los cuidados extra y unas tendencias que este año respetan su naturaleza. Así, se proponen peinados relajados, que van desde la omnipresente trenza –abiertas o deshechas están a la última– hasta las coletas reinventadas y los moños de bailarina más o menos altos y elaborados. El pelo ultraliso deja de ser opción única: la onda natural, con la melena suelta o recogidos sencillos, ahorra tiempo por las mañanas y el rizo, bien hidratado y elástico, se apoya en un buen corte para mantenerse en primer plano.
Son imprescindibles los productos de styling que tratan y ayudan a dar al peinado la forma deseada. El complemento más buscado: los pasadores joya. Se lucen cerca del rostro para multiplicar su luz. El tono de moda es el rubio platino, pero antes de escogerlo, hay que saber que castiga el pelo, porque requiere decoloración, y que necesita muchos cuidados y no sienta bien a todas. Es más fácil de llevar en cortes muy cortos.
Lo más nuevo es el strobbing, la última técnica de maquillaje que se traslada al pelo. Consiste en hacer reflejos estratégicos enmarcando el rostro en uno o dos tonos más claros para potenciar su luminosidad.
Tres gestos básicos
1. Cuidar el cuero cabelludo. Puede estar sensible, graso, descamado... El primer paso es escoger los productos adecuados para cada necesidad. Los cabellos finos piden voluminizadores que ayuden a levantar raíces y líneas que aumenten su densidad; los grasos, champús suaves y equilibrantes y los coloreados, los que mantengan el tono y potencien su brillo.
2. Cepillarse el pelo. Favorece la microcirculación y la oxigenación, estimulando los folículos capilares. Hay que hacerlo con el pelo seco, ya que mojado es mucho más frágil. Un truco para el cabello rizado: “cepillarlo antes de lavarlo para no deshacer su forma”, aconsejan los expertos del centro Svenson.
3. Tratamientos. Hidratación y recuperación del cabello que incluye infrarrojos, reconstrucción capilar y regeneración celular. Se aconseja uno al año (el resultado tras seis sesiones es notable). Para activar el crecimiento está la mesoterapia capilar. Centro de medicina y estética capilar Svenson (en toda España). www.svenson.es
• Mascarilla antiedad que aporta hidratación y da fuerza y volumen al pelo. Reduce las roturas y las puntas abiertas. BB7. 5,49 €. Pantene Pro-V.
• Aceite capilar. Aporta suavidad y brillo; se puede aplicar (de medios a puntas) en seco o mojado, ayuda a desenredar, controla el encrespamiento y acelera el secado. Oi Oil, 39,85 €. Davines.
• Champú seco. La solución para el gimnasio. Refresca y revitaliza sin dejar rastro de polvo. Dos tonos (pelo claro u oscuro). 26,50 €. Moroccan oil.
• Acondicionador con rosa mosqueta para revitalizar y mantener el tono del cabello teñido. Moisture Velvet, 47,15 €. Edición ilustrada por la diseñadora coreana Kye. Shu Uemura.
• Anticaída. Champú (14,24 €) y loción (17,75 €) que se apoyan en la nutricosmética para fortalecer el cabello. Expert Capilar. Forté Pharma.
CORTES QUE REJUVENECEN
“Hay que adaptar el corte y el color a la persona, potenciando su tipo de cabello y no ir contra natura para que sea fácil de peinar en casa”, dice Isaac Salido, con peluquería en Madrid, de mobiliario vintage y con taberna japonesa. “Trabajamos mucho la geometría –agrega–. En este peinado, inspirado en las divas del cine negro, un cabello rizado natural se seca con difusor, sin tocarlo demasiado. Al final lo hemos cepillado para un acabado sofisticado”. www.isaacsalido.es