Invertir en el cuidado del contorno de ojos a partir de los 25-30 años es una decisión que a la larga da buenos resultados porque, para rejuvenecer el rostro, la clave está en la mirada. Es la zona que tiene la piel más fina, soporta parpadeos continuos –10.000 diarios– y carga con todos los gestos de expresividad. Como es propensa a deshidratarse y sensible a la radiación UVA, no es de extrañar que sea la primera en ver aparecer las líneas de expresión. También es la gran chivata de las noches en vela, una mala dieta, el cansancio acumulado y el estrés: ¿hay alguien que no sepa en carne propia lo que son las bolsas o las ojeras?.
La estrategia de una puesta al día de la mirada pasa primero por la rehidratación para trabajar después la firmeza –existen ejercicios faciales de yoga específicos que ayudan a poner firme su musculatura–, mimimizar las arrugas y rebajar la hinchazón cuando hace acto de presencia. Nuevos sérums, parches innvovadores y cremas con fórmulas de lujo, que suelen incluir un masajeador para mejorar la microcirculación de esta área, se aplican a la tarea de mantener las cosas en su sitio y en perfecto estado de revista. Después, con el contorno bien cuidado, llega el momento de camuflar las ojeras y divertirse con el maquillaje, que este otoño llega cargado de texturas metalizadas, trazos gruesos de lápiz, y eyeliner y sombras multicolor que cubren el párpado con alianzas poco convencionales. Las cejas se siguen llevando marcadas, pero las pestañas reclaman más protagonismo con postizos o marcando también mucho las inferiores.
De hecho, el párpado inferior, tan olvidado a veces, se permite este otoño contrarrestar el peso del superior a golpe de sombras y pinceles.
Párpados caídos
Con los años, la flaccidez del párpado superior envejece la mirada y el exceso de piel puede llegar incluso a dificultar la visión. El láser, los ultrasonidos o la radiofrecuencia –en concreto, el Thermage– ayudan a mejorar su aspecto, pero cuando el problema es ya muy evidente, una blefaroplastia que elimine en quirófano la piel sobrante sigue siendo la mejor solución.
Cápsulas con sérum específico para el contorno de ojos. Reduce la congestión de la zona, ayuda a mantener el colágeno natural que le aporta firmeza, refuerza la barrera de hidratación y minimiza la visibilidad de líneas y arrugas. Advanced Ceramide Capsules Daily Youth Restauring Eye Serum, 67 €. Elizabeth Arden.
Perfume con forma de ojo. El perfumista Francis Kurkdjian firma una propuesta floral y ambarina con un frasco poco convencional cargado de moda. Con peonía, que esta temporada lo impregna todo. Kenzo World, EDP 75 ml, 103 €.
Sérum tonificante. Al aplicarlo se nota el efecto tensor sobre el párpado superior, uno de los retos más complicados de tratar con la cosmética. Con el complejo activo Essence of Bees a base de miel, propóleo y jalea real. Sérum Majestueux Vos Yeux, 330 €. L’Elixir des Glaciers. Valmont.
Crema que ayuda a atenuar las ojeras y la hinchazón y a corregir los signos que reducen la expresión de la mirada. Puede usarse también como mascarilla, dejándola actuar 10 minutos. Sublimage La Crème Yeux, 156 €. Chanel.
Sombra de ojos líquida metalizada. Se puede aplicar también en los labios. Metalizer, 24 €. Dior.
Antifatiga. Crema revitalizante enriquecida con extracto de naranja dulce. Vitalizing Eye Contour Cream 39,10 €. Selvert Thermal.
Kit para rellenar las cejas. Foolproof Brown Powder, 26 €. Benefit.
Sombras de ojos. En una variada paleta de tonos. Urban Decay.
Dos en uno. Una crema ligera para el día y una de hidratación para la noche en un mismo producto. Three Part Harmony Day/Night Eye Cream Duo, 76 €. Origins. intensa
ojo al parche
Con su alta concentración de principios activos, los parches para el contorno de ojos actúan como una mascarilla y consiguen resultados inmediatos. Los que descongestionan los ojos hinchados son ya un clásico que cambia la cara después de un largo viaje de avión, pero la nueva generación de parches va más allá y se inspira en la mesoterapia para incluir microagujas –que no pinchan– para rellenar arrugas y difuminar líneas de expresión.
Trece patentes avalan la tecnología vanguardista que encierran los parches trasepidérmicos de Natura Bisse. Contienen entre 140-160 microagujas indoloras cargadas de activos –doble ácido hialurónico de alto y bajo peso molecular y conotoxina, un neuropéptido que relaja las contracciones faciales– para llegar a capas más profundas de la piel. Allí se disuelven para liberar su fórmula.
Están pensados como un tratamiento intensivo de cuatro semanas. Cada sobre contiene dos parches para el contorno de ojos (se aplican en las patas de gallo, no sobre la zona de bolsas y ojeras porque no es esa su función), uno para el entrecejo y dos para los surcos nasolabiales. Se han de dejar actuar un mínimo de dos horas.
