Mejorar la flexibilidad, el equilibrio físico y mental, la resistencia y concentración, definir el cuerpo, perder peso, gestionar el estrés... Parece que el yoga sirve para casi todo, pero hay tantos tipos que puede ser difícil acertar con el que más conviene. “Lo primero es probarlo”, aconseja Verónica Blume (en la foto), modelo, yogui, profesora (de vinyasa) y artífice de The Garage (Thegarageblume.com), uno de los centros punteros. “Lo más acertado suele ser encontrar un centro que encaje con los horarios, la cercanía, que sea cómodo… El primer contacto debe ser fácil y accesible; después, una vez se entra en la práctica, es más sencillo afinar. Yo empecé practicando kundalini, he pasado por ashtanga y ahora me dedico al vinyasa”, comenta.
“La intensidad, el objetivo de cada uno, la hora en que se practica… todo cuenta”, apunta Ana Rabanal, fundadora del club de yoga El Gong (Elgong.es). “Yo recomiendo probar dos o tres estilos antes de elegir uno”, concluye. La app Yoga Plus ofrece sesiones integrales de varios niveles con vídeos de 360 grados. Y una tendencia: cada vez hay más clases de yoga en inglés.
MODALIDADES
Hatha. Un buen acceso al yoga (es el estilo más tradicional y practicado). Enseña las posturas básicas, a coordinar la relajación y la respiración y ayuda a controlar el estrés y combatir malas posturas.
Ashtanga. Concentración, meditación y contemplación o meditación profunda. Rápido e intenso, con muchas flexiones. Para corregir adicciones y aprender a autocontrolarse y para personalidades fuertes.
Vinyasa. Movimiento emparejado a la respiración. “A veces es lo que más cuesta”, dice Verónica Blume. Las posturas van fluyendo sin pausa, lo que genera un esfuerzo físico adicional.
Iyengar. Una de las modalidades menos dinámicas, que puede ayudarse de elementos como correas, mantas o cuerdas atadas a la pared para adaptar las asanas y fortalecer el cuerpo.
Kundalini. Bueno para desacelerar el ritmo de vida porque los movimientos son lentos o se trabaja en posturas estáticas. Se incide mucho en la respiración y la relajación. Es ideal para personas tranquilas.
Yin Yoga. Práctica lenta para liberar tensiones y bloqueos energéticos. Mantiene las posturas, sentadas o tumbadas, de
3 a 5 minutos. Invita a la reflexión interna y es un buen inicio a la meditación.
Bikram. Sólo para quien resista bien el calor y la humedad, pues se practica a 40°C y el sudor (y la eliminación de toxinas) está asegurado. Estira y fortalece los músculos y minimiza el riesgo de lesiones.
Aeroyoga. Practicarlo en el aire, suspendidos de una tela, hace que el peso del cuerpo no sea un problema. Ayuda a realizar algunos estiramientos y flexiones. Para quienes busquen otra perspectiva.
Strala Yoga. Más fitness y rock ‘n’ roll y menos ommm en el método de Tara Stiles, “la rebelde” del yoga. “Una manera relajada de entender y practicar el yoga basada en los movimientos fluidos”, dice.
mitos falsos sobre el yoga
Es para gente espiritual. “Hago yoga todos los días y me dedico a aprender y compartir esta disciplina, pero eso no quiere decir que sea un ser iluminado ni que viva suspendida a un metro de la tierra. Tengo días en los que pierdo los nervios y todo me supera. La diferencia es que conozco el camino de vuelta hacia una versión más tranquila de mí y lo recorro a menudo”, comenta.
Hay que ser flexible y tranquilo para practicarlo. “Eso son consecuencias de la práctica, no requisitos”, señala. El yoga no requiere ningún punto de partida.
No es exigente físicamente. “Invito a quien cree que con el yoga no se hace ejercicio a participar en una clase, y suelen cambiar de opinión rápidamente”, dice Verónica Blume.
Objetivo perder peso
La práctica de cualquier tipo de yoga reduce la ansiedad que es, frecuentemente, la que lleva a comer de forma compulsiva y hace que la balanza suba. Las variantes más dinámicas, como el vinyasa, son una buena opción.
Agua de belleza. Como tónico, para fijar el maquillaje, cerrar poros, calmar, refrescar, hidratar... 30 ml, 13,10 €. Caudalie.
Crema para el cuerpo relajante y tonificante. Namasté, 15 €. E’lifexir.
Máscara de pestañas resistente al sudor y al agua. Sport Waterproof, 21 €. Eyeko.
Gel muscular. Workout Wonder Ball, 32 €. Mio
Calmante muscular. Bálsamo que relaja y aporta firmeza a los músculos tras el ejercicio. 22 €. Sport, 22 €. Sabon.
Bruma para cuerpo y ropa de cama The Ritual of Dao (16,50 €) y cojín para yoga o meditación (79,90 €). Rituals.
FACIAL
Consiste en posturas y ejercicios que se centran en expresiones y movimientos faciales simples para tonificar los 46 músculos de la cara. Ayuda a retrasar la formación de arrugas y a corregir flacidez con gestos sencillos: colocar los dedos sobre la ceja y desplazarlos en forma de V hacia el nacimiento del cabello, por ejemplo, alivia los párpados caídos. La experta Diana Bordón propone un programa de 15 minutos al día. Los resultados se empiezan a notar en cuatro semanas. Facialyogaplan.com
Ejercicios parahacer en la cama
Verónica Blume comparte unos ejercicios sencillos:
Estiramientos. Con la espalda apoyada, abrazar las rodillas. Soltarlas y dejarlas caer juntas hacia un lado, manteniendo los hombros apoyados y llevando los brazos en cruz y la mirada al lado opuesto. Cambiar de lado.
Por la mañana. Mover la columna en todas sus direcciones: izquierda, derecha, adelante, atrás, en torsión y en extensión… ¡eso es despertar!
Para dormir mejor. Meditar, aunque sea un ratito, antes de dormir. Se puede hacer estirados, escuchando la respiración con atención. La postura de la vela calma la mente y relaja el cuerpo.