Redes antisociales

Horizontal

Cada vez más personas están recurriendo a tácticas cangrejeras para recular de las redes sociales. Una tendencia que está generando desde libros de gurús como Jaron Lanier, uno de los inventores de la realidad virtual y autor de Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato (Debate), hasta parodias y movimientos artísticos. Es el caso de Minutiae (minucias, en inglés), una aplicación que critica la dependencia de los likes y que una vez al día, en el momento más insospechado, avisa mediante una notificación en la pantalla de que se tienen cinco segundos para tomar una foto de lo que se está haciendo en ese momento (si se deja escapar la oportunidad de hacer esa foto, hay que esperar hasta el día siguiente). Uno de los objetivos es significar que las redes sociales reflejan casi siempre la vida que deseamos hacer ver a los demás que llevamos y no la realidad cotidiana que trasmiten momentos escogidos al azar. Para potenciar esa sensación, la cámara no hace selfies. “Minutiae es vida. La vida real. Sin seguidores”, afirman sus creadores.

Otras redes antisociales son Hell Is Other People (El infierno son los otros, en inglés), Path (una plataforma que cerró en el 2018 tras superar los 15 millones de usuarios), Nextt o Rando. Por lo que se refiere a Cloak, permite al usuario indicar qué contactos no quiere ver ni en pintura y manda notificaciones cuando una de estas personas se aproxima a él dentro de un determinado radio. En cuanto a Binky, se pueden comentar publicaciones o compartirlas, pero ninguna de estas acciones tiene efectos reales. El objetivo es quitarse el mono de tener que consultar el smartphone cada equis segundos.

El movimiento para desmarcarse de las redes sociales no es nuevo. En el año 2009 una plataforma llamada Seppukoo (en la actualidad, fuera de servicio), impulsada por un grupo artístico imaginario localizado en Italia, prometía liberar “el cuerpo virtual” dando de baja a los usuarios de una conocida red social y mandando a sus amigos un epitafio a modo de despedida. El seppuku era el ritual que seguían los samuráis para dar una postrera muestra de valor y suicidarse haciéndose el hara kiri, una liturgia que ahora reivindican algunos internautas con la esperanza de tener una nueva vida más allá de las redes sociales.°

El cerebro sólo da para cinco grandes amigos 

Aunque Shakira consiguió entrar en el año 2014 en el libro Guinness de los récords tras sumar 100 millones de amigos en Facebook, una investigación del MIT señala que el número de personas con las que podemos tener un contacto significativo está limitado por el tamaño del cerebro. El primero en plantear esta hipótesis fue el antropólogo británico Robin Dunbar en los noventa, tras detectar una correlación entre el tamaño del cerebro de los primates y los grupos sociales que formaban. Según predijo entonces, 150 personas era lo máximo que admitía la esfera social de un Homo sapiens. Sin embargo, Dunbar ha llevado su idea más allá y ha creado un sistema de capas cerebrales en función de los lazos emocionales. En su opinión, los humanos pueden albergar un máximo de cinco personas en su capa más cercana; otras 10 en su segundo círculo, 35 en el tercero y 100 en el grupo final.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...