Las tendencias están servidas

Moda

La enorme variedad de ideas y propuestas lanzadas en París dan bastantes pistas sobre hacia dónde van las tendencias del otoño-invierno 2015-16. Los creadores parecen más conectados con la realidad de la calle, pero sin olvidar la fantasía.

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Christian Dior Grafismos y contrastes marcan la propuesta de Raf Simons, que pretende dar una versión de los clásicos de la firma más adaptada a la actitud, más atrevida, de la mujer actual. Los estampados gráficos reflejan, maximizada y estilizada, la piel de los animales salvajes. Su colección también refleja la dualidad masculino-femenino con combinaciones de tweed y organza.

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Loewe Jonathan Anderson logra compaginar sus ideas innovadoras con los códigos de la firma en su segunda colección. El diseñador irlandés, de 30 años, da una visión muy personal, y original, del estilo de los ochenta, que se concreta en blusas y cazadoras amplias, estampados gráficos y combinaciones de prendas voluminosas en la parte de arriba con faldas ajustadas. La piel en distintas texturas la trabaja con maestría.

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Louis Vuitton Se muestra Nicolas Guesquière más moderado en su trabajo para la marca que en su anterior etapa. Su colección, elaborada y con muchos detalles, está más pensada para la vida cotidiana que anteriores propuestas de Louis Vuitton. La variedad y calidad de los tejidos, apuntes vintage y ochenteros, brillos y piel son algunas de las tendencias que apunta.

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Nina Ricci Debut en una sala del centro Georges Pompidou del diseñador francés de 36 años Guillaume Henry. Propone abrigos y chaquetas oversize, de estructura masculina, que confronta con prendas de delicados encajes transparentes, con bordados de lentejuelas, brillos y flecos. Predominan los colores sobrios, especialmente blanco, negro, beige y azul, con algún apunte de granate y plateados.

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Miyake La experimentación con tejidos tiene continuidad con el actual director creativo de la marca japonesa. Yoshiyuki Miyamae crea materias en 3D que forman dibujos con pliegues de papiroflexia y condicionan la forma de unas prendas, siempre amplias y adaptables. Otra de sus innovaciones son las faldas mini que se convierten en largas y amplias tirando de unos cordones.

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Hermès Poco conocida en el mundo de la moda, la responsable de las colecciones femeninas de la casa, Nadège Vanhee-Cybulski, centra su colección en la elegancia discreta y una calidad que se nota más que verse, porque huye de la ostentación. Sus faldas-pareo se inspiran en los famosos pañuelos de seda de Hermès, mientras que en punto de lana de cachemir propone prendas básicas y cálidas.

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Chanel El talento de Karl Lagerfeld encuentra nuevos caminos en cada nueva propuesta, sin traicionar el espíritu de la famosa fundadora de Chanel. Una temporada más revisita los imprescindibles de la casa, pero les da una nueva dimensión, adaptada a estos tiempos. Las combinaciones de blanco y negro, los tweeds brillantes conviven con nuevas materias como los acolchados técnicos en 3D.

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Valentino Pier Paolo Piccioli y Maria Grazia Chiuri optan por una colección preciosista, especialmente en los numerosos modelos de noche que presentaban en París. Trabajos artesanales, con complicados bordados y patchworks. Estos los hacen con tejidos multicolores formando figuras geométricas, combinando encajes de distintos diseños y tonalidades, e incluso en abrigos y chaquetas de piel. Otra de sus propuestas se basa en los efectos ópticos de las rayas y cuadros, en blanco y negro, mezclados en una misma prenda.

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Kenzo Atrevidos y contemporáneos, los diseñadores Carol Lim y Humberto León han recuperado el espíritu de la marca japonesa con una propuesta en la que beben de las fuentes de la ropa deportiva y le dan un acento urbano. Las mantas de punto sustituyen en algunos casos a abrigos y los estampados ganan la partida a las prendas de tonos lisos.

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Saint Laurent Las noches discotequeras de los ochenta son el hilo conductor de la colección que firma Hedi Slimane para Saint Laurent. Sus chicas malas llevan vestidos con faldas de vuelo con cazadoras de cuero. Pantalones ajustados con vocación punk, como lo son las medias con agujeros o las botas de media caña que acompañan sus atuendos nocturnos.

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