Musas de la era digital

Tendencias

Gala González, Zina Charkoplia y Alex Rivière personifican el ascenso meteórico de las influencers como iconos de estilo. Con un total de más de 1,3 millones de seguidores en Instagram, posan con la colección Fall Dior 2018. Es una nueva profesión que gana poder a golpe de me gusta.

Vertical

De izquierda a derecha: Gala González lleva vestido rosa de tul, panties color nude, zapatos tacón midi negro con detalle dorado, choker y anillo; Zina Charkoplia luce vestido de paillettes con escote en V, anillo y pendientes con detalles dorados y sandalias negras de tacón; y Alex Rivière lleva Vestido de paillettes y Sandalias negras de tacón. Todo de Dior

En pocos años han pasado de ser jóvenes anónimas a iconos de estilo, estrellas de las redes sociales con miles de seguidores y el poder de crear tendencias de moda y generar ganancias a las marcas. Gala González, Alex Rivière y Zina Chakoplia son tres de los mejores exponentes en España de una nueva profesión: ser influencer. Lo que comenzaron como afición, compartir de forma espontánea sus looks, es hoy un trabajo a tiempo completo, tras su rentable ascenso, traducido en actos, presentaciones y viajes, y el consecuente goteo de imágenes y stories en Instagram y contenidos de moda y belleza en sus blogs. Estas tres it girls de éxito, que cuentan con una comunidad de más de 1.300.000 seguidores en la red, posan juntas por primera vez para mostrar la colección Fall 2018 de Dior. Tres estilos que coinciden en una trayectoria impoluta, de perfil digital discreto, reacias a mostrar sus vidas privadas y muy cuidadosas con sus contenidos y a la hora de escoger trabajos y marcas.

Gala González es una pionera en el universo de las blogueras, hace más de una década; antes incluso que Chiara Ferragni, la actual número uno mundial. Nacida en A Coruña, en 1986, su tío el modisto Adolfo Domínguez le dio su primer trabajo en el mundo de la moda. Le atraía el periodismo, en especial la radio, pero la carrera la decepcionó y optó por estudiar Diseño en la prestigiosa escuela Saint Martins y el London College of Fashion. Ahí nació su blog: Amlul, en el 2007, y comenzó a volcar contenidos y a ganar seguidores. “Era un hobby, ni yo misma entendía por qué eso generaba ganancias. Luego comprendí que hay algo intangible, la comunicación; un arma muy potente que ya no era analógica, era digital, y ese nuevo lenguaje había llegado para quedarse. Hubo periodistas y modelos que nos vieron como intrusos, pero no se trata de quitar trabajo a nadie, sino de complementarse. Hoy si no estás en Google no existes. Es una locura”.

Su sexto sentido a la hora de cazar tendencias y crear un estilo propio la ha convertido en una de las influencers más reconocidas del mundo. Cuenta con más de 940.000 seguidores en Instagram “ganados poco a poco, pensando cada día qué granito de arena aportas con tu perfil, qué tienes de especial. Mi madre me ha inculcado que con el trabajo puedes lograr lo que quieras, en tu pais o donde encuentres más oportunidades”. Ese lugar es ahora Nueva York. Allí comparte planes con su novio, John Steiner, suizo criado en Cadaqués que la acompaña en muchos de sus posts. “Es mago. Conectamos porque le sucedió como a mí: se entendía más nuestra profesión fuera de nuestra tierra”.

"Comenzó como una afición, nadie imaginaba que crear estilismos en las redes se convertiría en profesión. Su futuroes impredecible y ligado a la tecnología”, coinciden las ‘it girls’

Sus diez años como it girl no han podido ser más productivos. “Es un trabajo bien remunerado y enriquecedor. Aunque bastante esclavo en horarios. Cuando empecé fui feliz de que me hicieran un poquito de caso. Como esto es tan democrático, todo el mundo puede opinar y crear su estilo. Pero los jóvenes debemos ser muy respetuosos. Yo me digo: calla, observa, aprende y no des todavía tu opinión. Primero hay que absorber e ir trabajando. Esta profesión no tiene fecha de caducidad ni edad, depende de donde quieras llegar”.

Sobre el mundo irreal que venden las redes afirma:“Nadie desayuna con jirafas o vive siempre en hoteles de cinco estrellas. Internet refleja las alegrías, no las penas, pero en realidad somos gente normal. Sé que no soy perfecta, y esa es la imagen que quiero transmitir”. En su perfil esquiva intimidades y opiniones. “Soy de sangre caliente, y hay que ser prudente”.

La barcelonesa Alex Rivière prefiere definirse como creadora de contenidos. Los vuelca en su blog de moda, estilo de vida y viajes. Apasionada por la moda desde los tres años –“siempre me ha gustado ir impecable”–, empezó a estudiar Diseño, pero optó por licenciarse en Marketing y Administración y Dirección de Empresas. Entró a trabajar en una firma de moda cuando comenzaba Instagram y supo aprovechar el medio. De ahí surgieron propuestas de marcas, para asesoramiento, producción de fotos, actos. Ofertas en ocasiones desmesuradas (15.000 euros por una mañana de trabajo para un cosmético de gama media o por promoción de una firma de calzado junto a un futbolista). “Dije que no. Soy muy estricta en esto, creo hay que seleccionar bien para ser creíble”, afirma.

Ha diseñado pequeñas colecciones cápsula y una línea de baño. “Sin prisas, necesito experiencia”. Es prudente también sobre cómo abordar el culto a la imagen: “Debemos vigilar el mensaje que emitimos, evitar fotos muy retocadas, por ejemplo”. Coincide con ella Zina Charkoplia, griega afincada en la capital catalana. “Hay chicas muy jóvenes que otorgan excesiva importancia al aspecto físico, y esto puede ser tóxico. Hay que enseñarles a gustarse como son. Puedes admirar a una celebrity sin necesidad de querer ser como ella”.

Recuerda cómo “toda esta locura empezó al azar, en el 2010. Al principio me sentía extraña, me preguntaba: ¿qué hago yo haciéndome fotos para una web? Pero me divertía crear estilismos. Trabajaba en una empresa y no me convencía. Fundé mi blog y empecé a recibir ofertas tentadoras. No empecé para que me regalaran bolsos, ni para ganar dinero, nunca pensé que eso ocurriría”. Compaginó empleo y estudios de Finanzas y Marketing con sus prescripciones de moda, pero desde hace dos años se dedica a su papel de influencer por completo”. Tiene 163.000 seguidores. “Quisiera tener más, claro, pero no me obsesiono. Voy poco a poco, ya no tengo representante, prefiero controlar mi trabajo”.

Transmite carácter. Y ser madre (tiene un niño, Noah, de un año) la ha hecho más fuerte, asegura. “Él es lo único esencial”. El día a día de su vida de influencer le parece un lujo. “Viajamos, nos cuidan, nos invitan a sitios preciosos. Sólo me quejaría del exceso de improvisación. Y de la falsedad de alguna gente. Yo soy muy directa y transparente y he llegado a llorar por personas con las que coincides, te ven con un modelo de Dior y te dicen que estás fantástica, y después en la calle ni te saludan”.

Sobre sus proyectos a medio plazo, bromea: “En Grecia dicen que cuando haces planes, Dios se ríe... Mejor dejar que las cosas vayan surgiendo”. Cree que este trabajo evolucionará, habrá una selección natural, “porque con el auge actual llega gente con poco contenido de calidad. Las buenas influencers derivarán hacia dirección creativa para marcas, por ejemplo”.

Coinciden en que el futuro de la profesión es impredecible y está asociado a los avances de la tecnología, a nuevas aplicaciones que puedan surgir. “Hace diez años nadie podía imaginar dónde estaríamos hoy”, dice Gala. “Creo que es un trabajo que evolucionará. Se tiene que profesionalizar mucho todavía”, afirma Alex.

El tiempo dirá si su rol se diluye o se consolida, probablemente se transforme. El presente, en cualquier caso, es suyo.

Vertical

Gala González Nació en A Coruña, hace 32 años. Vive en Nueva York. Pionera en España como bloguera (Amlul.com) e influencer. Modelo ocasional, dj, diseñadora, narra su trayectoria en el libro #Gala Confidential. 10 años de influencer. En Instagram, 945.000 seguidores @galagonzalez Le fascinan Lauren Hutton y Charlotte Rampling. Entre sus aficiones, la lectura (“ahora estoy con Men without women de Murakami) y el cine. Vestido plisado negro con mangas de cuadros blancos y negros. Zapatos acordonados. Todo de Dior

Vertical

Álex Rivière Barcelonesa, de origen francés. Tiene 26 años 216.000 seguidores en Instagram (@ariviere), 100.000 facebook Su blog: Ariviere.com Su referente actual: Victoria Beckam. Sus aficiones: el dibujo, la música (desde ópera y clásica hasta actual), el deporte y los automóviles (por tradición familiar; su padre era corredor) Vestido negro estampado con estrellas y cuello blanco. Chaqueta multirayas blanca y negra, Gorra negra, Pulseras de algodón, choker negro J’Adior. Zapatos negros. Todo de Dior

Vertical

Zina Charkoplia Nació en Atenas, hace 35 años. Reside en Barcelona desde los 23. Su blog: Fashionvibe.net. 163.000 seguidores en Instagram (@zinafashionvibe) 200.000 facebook Su referente: Kate Moss. Aficiones: cine, música y viajar Blusa negra con estampado de estrellas blancas. Pantalón culotte negro Capa negra. Medias caladas negras. Anillos dorados y negros. Zapatos blancos y negros Todo de Dior

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...