Una figura sin mesura

Donald Trump. Los rostros del poder

Milmillonario, amigo de las demandas judiciales, políticamente incorrecto aunque ahora apuesta por la carrera presidencial a la Casa Blanca como precandidato republicano. Padre de cinco hijos de tres matrimonios y abuelo de siete nietos, Donald Trump es una figura sin mesura.

Horizontal

FOTO: Joe McNally / Getty Images

Donald Trump es un magnate de los negocios inmobiliarios que quiere seguir comiéndose el mundo, ahora en la política, sin importarle demasiado las maneras, que él define como auténticas, sin filtros, una característica que resulta atractiva para unos y repulsiva para otros.

Con una fortuna personal que la revista Forbes estima en 4.000 millones de euros, se reafirma día tras día en su estilo provocador y reivindica que no tiene por qué arrepentirse de nada: “¿Por qué tengo que hacerlo si no cometo errores? Trabajo duro, soy una persona honorable. Trato de vivir de una manera en la que no tenga que pedirle perdón a Dios”. Aunque su manera de vivir le ha implicado ser expulsado del colegio con 13 años, un par de divorcios y deudas que le llevaron a la bancarrota.

De familia de inmigrantes escoceses por parte de madre y alemanes por parte de padre, nació el 14 de junio de 1946 en Nueva York, donde creció junto a cuatro hermanos. Desde muy joven se sintió seducido por los negocios de su padre, quien llegó a tener miles de viviendas de clase media que alquilaba. Pasaron pronto a sus manos, y en 1974, con 28 años, se puso al frente de una ya renombrada Trump Organization en Manhattan, desde la que desarrolló múltiples proyectos entre hoteles, rascacielos de superlujo como la Trump Tower ante Central Park –donde reside en un piso de tres plantas– y casinos.

Ivana Trump, su primera mujer, afirmó en un libro que publicó en 1993 que había sido violada en una de las peleas entre la pareja

Aunque esa rápida expansión tuvo su precio y nunca mejor dicho. El mismo año que Forbes lo situaba en el puesto decimonoveno en la lista de las grandes fortunas estadounidenses en 1990, vio como su imperio empezaba a derrumbarse por unas deudas a las que no podía hacer frente. Se vio obligado a vender por 40 millones de euros su yate de 85 metros de eslora, considerado el más lujoso de la historia, y su avión Boeing 727 privado.

También por entonces saltó por los aires su matrimonio con la checa Ivana Trump, con quien llevaba casado desde 1978, había tenido tres hijos y compartía las riendas de su imperio. Las trifulcas en las negociaciones del patrimonio estaban aseguradas en una de las separaciones más caras de Estados Unidos hasta entonces. Fue portada de periódicos y tratada en los telediarios durante varios días. El divorcio le costó al magnate cerca de 10 millones de euros, una pensión anual de casi medio millón de euros, la mansión familiar de 47 habitaciones en Connecticut y uno de los apartamentos de superlujo del Trump Plaza de Nueva York. Por si no hubiera suficiente morbo, en 1993 se sumó el escándalo sexual ante el libro de Ivana donde afirmaba que había sido violada en su matrimonio en una de las peleas entre la pareja.

Pero lejos de hundirse y sucumbir, Donald Trump emergió de la crisis económica y familiar más fuerte y egocéntrico. Gastó más dinero que nunca en vallas publicitarias donde aparecía su rostro sonriente, negoció con los bancos la reestructuración de sus deudas, empezó a expandir su imperio por países como Dubái, Brasil o los del Caribe, escribió libros que pronto se convirtieron en superventas y diversificó sus negocios en el mundo de la moda y de la televisión, participando incluso en la organización de Miss Universo. En 1993 volvió a casarse con Marla Maples, con quien tuvo una hija. El matrimonio duró sólo seis años y durante la separación conoció a Melania Knauss, una modelo eslovena 24 años más joven que él, con quien también se casó en el 2005 y ha tenido un hijo. Sigue felizmente casado con ella.

En todos estos años ha seguido aumentando sus intereses empresariales y se ha hecho con clubs de golf en Estados Unidos y Escocia, tiene un equipo de fútbol en Nueva Jersey, patrocina combates de boxeo, carreras ciclistas y desde el 2005 presenta su propio reality show, donde los participantes compiten por conseguir un contrato para dirigir alguna de las empresas de Trump, con lo que su popularidad ha aumentado exponencialmente.

Desde el 2005 presenta un concurso donde se compite por conseguir un contrato para dirigir una de sus empresas

Tal vez eso le ha impulsado a dar el paso a la política como precandidato presidencial, aunque ya había contemplado esa idea en 1988, 2000, 2004 y 2012, así como presentarse a gobernador de Nueva York en el 2006 y el 2014. Varias encuestas lo señalan ahora como líder para la candidatura republicana con casi el doble de apoyos que su rival principal, el exgobernador, hijo y hermano de presidentes, Jeb Bush. Y está a tan sólo seis puntos de la candidata demócrata Hillary Clinton. Hace unas semanas ya capitalizó, por ejemplo, el primer debate de precandidatos republicanos televisado donde, una vez más, Trump hizo gala de su lenguaje populista en el que alimenta diatribas contra los inmigrantes mexicanos, sobre todo, a los que ha califica­do de “corruptos, delincuentes y violadores”.

El peso de su influencia parece consistente y su incontinencia verbal hace el resto. “Me enfrento a mucha gente y, francamente, no tengo tiempo para la corrección política”, afirmó. No se arruga. Cuando en el 2011 cuestionó que Obama, de padre keniano, hubiera nacido en Estados Unidos, el actual presidente tuvo que terminar presentando un certificado que verificaba el nacimiento en tierras americanas.

Donald Trump se siente muy seguro de sí mismo e inteligente: “Lo siento perdedores, pero mi cociente intelectual es uno de los más altos. ¡Y lo sabéis!. Por favor, no os sintáis estúpidos e inseguros, no es vuestra culpa”. Pero asegura que si llega a ser presidente de Estados Unidos cambiará el tono de las declaraciones.

Polémico

"El calentamiento global es un invento de los chinos contra nuestra industria"

"Tengo dudas reales de que Obama haya nacido en EE.UU."

"No tengo tiempo para lo políticamente correcto"

"Cher, yo no uso peluca... es mío. Y prometo no hablar de tus múltiples cirugías"

"Soy listo y muy bueno en los negocios"

Horizontal

Donald Trump es el cuarto hijo de una familia de cinco hermanos. FOTO: iNStagram.com / real donald trump

Horizontal

En 1987 tenía su propio helicóptero para desplazarse por los alrededores de Nueva York. FOTO: Joe McNally

Horizontal

El magnate y presentador del reality show El aprendiz posa tras ser homenajeado en el 2007 con una estrella en el paseo de la Fama en Hollywood. FOTO: GABRIEL BOUYS

Horizontal

En el vestíbulo de su casa de 47 habitaciones en Connecticut en 1987. FOTO: Joe McNally

Vertical

Con su primera esposa, Ivana. FOTO: GETTY

Vertical

Practicando su deporte favorito en el TPC Boston en agosto del 2008. FOTO: Stan Badz / GETTY

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...