A principios de los años veinte, las sociedades que habían salido de la Gran Guerra estaban sedientas de evasión. Era el tiempo del glamur de los clásicos del cine mudo, del art déco, de grandes novedades tecnológicas y de una exuberante expansión económica. Pero había otra realidad, la de los soldados desubicados al regresar del frente, la de la gran delincuencia organizada y de los ladrones de poca monta, y la de millones de personas sumergidas en la pobreza. Eran los bajos fondos de un mundo que muy difícilmente salía a la luz.
El Museo de Sydney lo rescata ahora del olvido. Underworld (Bajos fondos) es una exposición de fotografías hechas para las fichas policiales por las autoridades de la ciudad en los años veinte y treinta. Ante el objetivo de la cámara desfilan más de 130 personajes con una apasionante historia humana marcada casi siempre, de una manera o de otra, por el contexto de la Primera Guerra Mundial. Es posible que muchos de ellos no hubieran caído en la delincuencia si no fuera por las condiciones de la posguerra, como el crecimiento del mercado negro o la desmovilización.
A diferencia de las fichas convencionales, los retratos huyen del esquema frente-perfil y muestran personas de cuerpo entero, muchas de ellas vestidas con una elegancia impecable y en actitudes distendidas. Así, se crea la sensación de estar, más que frente a fichas policiales, ante el mosaico que refleja al conjunto de una sociedad. Todo ello, con una excepcional calidad, porque las copias se han sacado a partir de los miles de negativos en placa de cristal guardados en los archivos. Una muestra de ellos puede verse en la web de la exposición.