Aleix Gelabert tiene fama de ser racional y cartesiano. Alguien acostumbrado a poner cimientos firmes en cualquier proyecto, como corresponde a su formación de arquitecto. En el mar y en las regatas, esa forma de ser es una virtud. Nadie se toma más en serio que él la preparación de una prueba. Minucioso y exhaustivo con todos los detalles por muy pequeños que sean, Gelabert sabe que con este extraordinario resultado en la BWR ha recorrido un nuevo tramo en su camino para llegar a competir con los mejores navegantes del mundo.
Y si existe ya entre los marinos una nueva generación de regatistas que combinan la experiencia del mar con una preparación que incluye saberlo todo de los programas informáticos, Aleix Gelabert se encuadra con satisfacción entre ellos. Ese es el presente y sobre todo el futuro de la vela. Ello no resta, ni a Aleix Gelabert ni a este deporte, un ápice de pasión, sino que les suma los conocimientos que hacen avanzar el mundo cada vez a mayor velocidad.
Dídac Costa es bombero, y eso se traduce en una capacidad de entrega más allá del entusiasmo. Cuando las cosas se ponen difíciles en la mar, Dídac muestra como nadie lo que son la tenacidad y el coraje. Lo demostró en la clase Mini y también lo ha dejado claro durante esta Barcelona World Race, una regata que ha vivido como un sueño hecho realidad.
Apasionado espectador de las dos primeras ediciones, Dídac Costa ha disfrutado como un privilegio ser uno de los participantes en la gran vuelta al mundo de su ciudad natal. Y el resultado, con ese espectacular cuarto puesto, muestra hasta qué punto no importaba que el barco fuera tan veterano que sea ya una leyenda. Se ha visto de nuevo que es un velero fuerte y fiable, y esas son las palabras que más le gustan a alguien cuya profesión es hacer frente al riesgo.
El 'One Planet One Ocean' de Dídac Costa y Aleix Gelabert ha combinado la competición con un intenso programa científico diseñado para aprovechar que la regata transcurre por mares remotos y aún poco estudiados. Antes de la salida, esa actividad extra parecía que trataba de dar sentido a dar la vuelta al mundo en un velero poco competitivo, pero los dos jóvenes regatistas catalanes han demostrado sobradamente que pueden con todo y que en ambición, preparación y talento están al nivel de los campeones.
