@rquitectura para atraer talento

Tecnología

Las grandes ‘puntocom’ como Apple, Google, Facebook o Amazon están en plena carrera por ver quién construye la sede más espectacular. Iconos que muestren su inmenso poderío económico y los valores que defienden, pero sobre todo, lugares atractivos para el talento joven.

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GOOGLE MOUNTAIN VIEW, CALIFORNIA El nuevo campus de Google, diseñado por BIG y Heatherwick Studio verá la luz dentro de unos cuatro años. Será un terrario humano con una enorme cubierta de cristal. La idea es que sus diez mil empleados puedan desplazarse sin utilizar escaleras y que esté abierto al entorno. La imagen grande es virtual y la vista del interior es de su sede actual.

El cuartel general de Google en Mountain View (California) ocupa el primer puesto en la lista de los mejores lugares para trabajar desde hace seis años, según la lista que elabora la revista Forbes. Los empleados tienen comida y bebida gratis las 24 horas (de hecho, es literalmente imposible estar a más de 100 metros de un puesto de alimentos y bebidas), canchas deportivas, peluquería, lavandería, libertad para llevar al perro a la oficina... todo lo necesario para atraer a los más talentosos y que se sientan tan a gusto que rindan más. Este modelo de lugares de trabajo que parecen diseñados para el ocio son ya un estándar entre las start-up de éxito, que en sus webs dedican un apartado a describir todos los encantos de sus oficinas. Pero ya no basta con ofrecer bufet y barra libre, masajes y rincones para hacer la siesta, grandes empresas tecnológicas como Apple, Facebook, Amazon (y también Google, que no quiere perder su posición de lugar más atractivo para trabajar) se han lanzado a una carrera por ver quién construye el edificio más espectacular, aquel que simbolice su poderío económico y los valores de la compañía. Aquel que atraiga el talento del siglo XXI y que lo retenga el máximo tiempo posible en sus cuarteles.

Se quiere construir 500.000 m2 en un área donde estaba previsto un crecimiento de 200.000 m2 en veinte años

Pese a que Facebook es una empresa joven que se dice adaptada a un entorno cambiante, ha elegido a un arquitecto estrella muy establecido (y eso quiere decir muy, muy caro). En el 2012, la misma semana que la compañía perdía casi la mitad de su valor de mercado al empezar a cotizar en bolsa, hacía el anuncio del fichaje de Frank Gehry. Todo un mensaje a los inversores y a su competencia digital. Para entonces, Steve Jobs ya había elegido a Norman Foster para su megaedificio, que acabará costando, según Business Week, unos 4.000 millones de euros. “Todo tiene que ver con enormes egos. La pieza de vidrio más grande, la cafetería más grande; todo tiene que ser lo más grande y lo mejor”, declaró a The Guardian en el 2013 Stefan Behling, exarquitecto del estudio de Foster.

Esta competición arquitectónica “es una declaración, es decir: somos especiales, somos diferentes. Hemos cambiado el mundo y vamos a seguir haciéndolo –opina Margaret O’Mara, profesora de Historia en la Universidad de Washing­ton experta en Silicon Valley–. Y también es una reflexión sobre las sólidas cuentas bancarias de estas compañías, que disponen de muchísimo dinero en efectivo”. Guerra de egos y de chequeras para destacarse como la empresa más poderosa. E igual que los grandes bancos mostraban antaño su solidez con enormes columnas y el mejor mármol y ahora con altísmos rascacielos, las más grandes puntocom se fajan con enormes catedrales tecnológicas que muestren su ­poderío al mundo y a los empleados sobradamente preparados que se disputan.

Tal es la fiebre constructora que The Wall Street Journal advertía en abril que el deseo de los gigantes tecnológicos de seguir expandiéndose en su lugar de origen está acabando con el espacio libre en San Francisco y el sur de su bahía, que ya tiene serias dificultades para gestionar el tráfico, los transportes y la carestía de vivienda. En Mountain View, diversos promotores quieren construir 500.000 m2 de oficinas, en un área donde estaba previsto un crecimiento de 200.000 m2 para los próximos veinte años. Allí, como en el vecino Palo Alto, el metro cuadrado de alquiler cuesta más de 1.000 dólares, y la pugna por el espacio es tal que LinkedIn ha logrado arrebatar ­140.000 m2 a Google, de los 186.000 m2 que estaban disponibles en una parce­la después de que el concejo municipal valora­ra los argumentos de la red social para que la economía de la ciudad no dependa única­mente de Google, así que la empresa del buscador tendrá que modificar y reducir su planteamiento inicial.

Cada uno de los vidrios cóncavos, de 12 metros de alto, de la ‘nave nodriza’ de Apple en Cupertino se hace artesanalmente y cuesta medio millón de euros

El proyecto más ambicioso es el de Apple, que está construyendo en los antiguos terrenos de Hewlett Packard un anillo de cristal de casi 300.000 m2 (ocupa la misma área que el Pentágono, el mayor edificio de oficinas del mundo) con cuatro pisos y capacidad para 13.000 trabajadores. Steve Jobs, que lo describió como una nave espacial, participó activamente en su planificación antes de morir, en el 2011; de hecho, pidió al arquitecto británico Norman Foster que no lo considerara un cliente, sino “un miembro de tu equipo”. Este monumento póstumo al fundador de Apple estará rodeado de manzanos, ciruelos y olivos, y en el centro del donut, donde cabrían tres campos de fútbol, se plantarán 250 albaricoqueros, en recuerdo de los frutales que eran la fuente de riqueza del valle antes de las puntocom. Las paredes cóncavas de cristal, que permitirán a los empleados de Apple mirar hacia fuera desde ambos lados del anillo, estarán tan pulidas como las pantallas de los productos que diseñan. Este edificio también empuja los límites de la tecnología, desde el espacio entre las juntas, de menos de un milímetro, hasta los enormes paneles de vidrio de 12 metros de altura, que se fabrican en Alemania con un sistema casi artesanal, por eso cada pieza cuesta casi medio millón de euros. Y aunque se había comentado que el edificio sería un microcosmos cerrado a las personas ajenas a la empresa, Apple ha desvelado que construirá un centro de visitantes con un café, tiendas y una terraza desde donde poder admirar el gran anillo en toda su gloria.

Tal vez en esta decisión de la compañía de la manzana hayan tenido algo que ver los planes que Google tiene para su primer cuartel general construido desde cero. El proyecto, ahora sólo un hermoso dibujo que tendrá que ser retocado, es del despacho inglés Heatherwick Studio (autores del pabellón puercoespín británico de la Expo de Shanghai) y los daneses BIG (uno de los tres finalistas para reformar el Camp Nou y que construye la torre 2 del World Trade Center de Nueva York). Sus responsables son considerados arquitectos jóvenes y visionarios, y sus ideas gustaron tanto a Google que han sido invitados a trabajar juntos.

Bjarke Ingels (41 años), responsable de BIG, explica en conversación telefónica que su proyecto “acabará con la manera en que hemos pensado en las puertas, los muros y las escaleras durante miles de años” y también que será un ensayo de nuevos modos de construir: una grúa robot portátil llamada crabot podrá añadir, eliminar o apilar espacios según convenga en pocas horas.

Google ensayará en su nuevo campus modelos de movilidad alternativos, no sólo coches sin conductor, sino también algunos inspirados en los dibujos animados ‘Los Supersónicos’

Como los otros megaproyectos que se gestan en Silicon Valley ­–dominado en los últimos 50 años por paisajes suburbanos con campus corporativos aislados–, el de Google pone énfasis en la calidad de vida y en integrar trabajo, vivienda y ocio en un entorno natural. “En los años setenta y ochenta, tenías que salir fuera de las oficinas para disfrutar de la naturaleza, que desa­parecía de las ciudades. Pero California tiene uno de los mejores climas del planeta, así que hay que romper la dicotomía dentro-fuera”, explica Ingels. Y esa abertura también lo será para quien se acerque al gran vecindario que será este proyecto en Mountain Wiew: “Una línea vegetal conectará el edificio con la calle, y el público podrá pasar a través del edificio”. Arquitectura grandiosa pero amable para crear barrio donde nunca lo hubo, o al menos parecerlo.

La energía verde es otro de los pilares de los proyectos. Las placas fotovoltaicas se dan por supuestas en estas smart companies, y hasta la planta de generación de energía propia que propone Apple, pero Ingels explica que la empresa del buscador va a ir más allá de las bicis gratuitas y planea no sólo que por las calles circulen coches sin conductor sino probar nuevas formas de movilidad “que no puedo desvelar, pero que recordarán a cómo se movían los personajes de la serie de dibujos animados Los Supersónicos”. Quién sabe si se refiere a un platillo volante monovolumen que deje atrás la nave espacial de Apple anclada en tierra...

Apple está construyendo, Google está puliendo su proyecto y Facebook les ha tomado la delantera en los proyectos californianos. La compañía de Zuckerberg inauguró en abril su nuevo campus de Menlo Park, donde Frank Gehry ha llevado su estilo de ángulos inesperados (esta vez, más contenido) a lo que esencialmente es una oficina de planta abierta de 40.000 m2, casi ocho campos de fútbol, donde los trabajadores pueden pasear de un extremo a otro sin tener que atravesar una puerta. El tejado es un gran parque con cafés y lugares para descansar y trabajar. De la decoración interior se han encargado artistas locales, y el fundador se reservó el centro del edificio para instalar su mesa de trabajo.

El día que se inauguró, el propio Zuckerberg lo describía en su cuenta de Facebook: “Hemos diseñado el mayor plan de planta abierta en el mundo, donde caben miles de personas. Hay un montón de espacios donde se puede trabajar juntos, y es fácil para la gente moverse y colaborar unos con otros”. Y añadía: “El edificio en sí es bastante simple y no es de lujo a propósito. Queremos que se sienta como un espacio en construcción, que cuando entres sientas cuánto queda por hacer en nuestra misión para conectar el mundo...”. Una misión tan mesiánica como voraz... la misma semana que los empleados se trasladaban al edificio de Gehry, Facebook presentaba nuevos planes para construir en Menlo Park otros dos edificios de oficinas.

El edificio que Gehry ha construido para Facebook tiene el tamaño de ocho campos de fútbol, y su tejado es un gran parque con cafés y lugares para descansar y trabajar

Los gigantes de internet no sólo libran la batalla en Silicon Valley por edificios inmensos, ecológicos y molones. En pleno corazón de Seattle, la ciudad más grande del estado de Washington y cuna del grunge, Amazon está ampliando su negocio en 300.000 m2 que comprenden tres torres y otros tantos domos o burbujas de cristal. El canal de ventas on line es la principal propietaria de terreno de la urbe, y su apuesta por estar en el centro también lleva aparejado el consiguiente aumento del precio de los alquileres de oficinas y de viviendas. Es lo mismo que está sucediendo en la ciudad de San Francisco, donde Twitter, Pinterest y centenares de start-up se disputan viejos almacenes o edificios históricos, una opción más modesta que los grandes de Silicon Valley, pero muy atractiva para los trabajadores, porque están en plena ciudad.

Hasta ahora parece que el mayor gigante tecnológico, Microsoft, juega en una liga aparte. Desde 1986 está en Redmond, en las afueras de Seattle, donde empezó a levantar su complejo en un momento en que los campus suburbanos estaban en boga y ahora ocupa 83 edificios en 202 hectáreas. Su estrategia ha sido ir renovándolos para crear espacios de trabajo abiertos en lugar de oficinas privadas. Pero parece que la compañía de Bill Gates está pensando en transformar su sede para transmitir una imagen más tecnológica y atraer a los talentos que prefieren vivir en entornos más urbanos y con servicios públicos más a mano. La compañía ni confirma ni desmiente y, aunque uno de sus portavoces explicó a Magazine que se limitan a reformar espacios interiores aplicando “el programa Workplace Advantage, que identifica las necesidades de los negocios de Microsoft y crea los ambientes de trabajo debidamente diseñados y equipados para ello”, al parecer la firma Skidmore, Owings & Merrill elabora un proyecto que incluye restaurantes, comercios, espacios de arte y algunos apartamentos para empleados.

Y pese a todo, frente a tanto ruido constructivo, tanto afán por levantar entornos llamativos y vibrantes, una de las últimas obras más sorprendentes es la cáma­ra anecoica de Microsoft, conocida como Edificio 87, que servirá para probar equipos de audio. Está tan insonorizada que casi se puede oír las moléculas de aire que chocan entre sí. Es el lugar más silencioso del planeta.

Los proyectos al detalle

Google

Apple

Microsoft

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Facebook

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TWITTER MARKET SQUARE, SAN FRANCISCO Es obra de IA Interior Architects y se inauguró en el 2012. Ocupa 70.606 m2 (para 240 empleados) en las plantas 7 a 9 de un edificio de 1937 que fue una fábrica de muebles. Ha actuado como polo de atracción de otras empresas digitales para revitalizar un barrio degradado. Costó 300 millones de dólares (283 millones de euros al cambio actual).

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AMAZON SOUTH LAKE UNION, SEATTLE Cuando la ampliación esté acabada (las imágenes son virtuales), tendrá 930.000 m2 y cabrán 70.000 empleados. NBBJ, que también ha diseñado la sede californiana de Samsung, ha proyectado tres nuevas torres y unas burbujas biosferas con espacios de trabajo flexibles. La compañía pagó por el terreno y los once edificios existentes casi 1.100 millones de euros.

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APPLE CUPERTINO, CALIFORNIA Está diseñado por Norman Foster y se construye en una parcela de 70 hectáreas, con capacidad para 13.000 empleados. Las zonas verdes serán un 80% del proyecto, tendrá uno de los paneles solares fotovoltaicos más grandes en el mundo y contará con un aparcamiento para coches eléctricos, con más de 100 estaciones de carga, un auditorio para 1.000 personas y un gimnasio (en sendos edificios fuera del anillo). Costará unos 4.000 millones de euros.

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MICROSOFT REDMOND, WASHINGTON Ocupa 750.000 m2 y en él trabajan unos 40.000 empleados. Se inauguró en 1986 en un barrio residencial 27 km al este de Seattle. Cuenta con 83 edificios (el último está en construcción) y desde el 2007 su tamaño se ha ampliado más de un tercio.

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FACEBOOK MENLO PARK, CALIFORNIA Frank Gehry ha diseñado este complejo, que se inauguró en abril. Son 40.000 m2 en una parcela de 9 hectáreas, donde trabajan 2.800 empleados. Está construido sobre un gran estacionamiento a nivel de calle y su azotea es un parque de nueve hectáreas con cafés, barbacoas y mesas de trabajo bajo los árboles.

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PINTEREST BRANNAN ST. FRANCISCO First Office y All of the Above convirtieron en el 2013 un antiguo almacén de dos plantas (4.200 m2) en la sede de Pinterest. Tuvieron que transformar su plan inicial para poder acoger hasta 300 empleados, por lo rápido que estaba creciendo la compañía. Se eligió esta ubicación, de alquiler, por su proximidad a la estación de tren, ya que muchos de sus empleados siguen viviendo en Palo Alto, cerca de la antigua oficina.

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