Juegos de mesa en una pantalla

Tecnología

Los juegos de mesa tienen unas características concretas: se juegan en un entorno limitado y conocido por los jugadores, normalmente un tablero, con unas piezas que se mueven por turnos siguiendo una lógica determinada. Por este motivo las partidas suelen ser reflexivas, sin la velocidad de algunos videojuegos. Sin embargo, tienen ciertas limitaciones en los cálculos que se pueden hacer o en la posibilidad de jugar en solitario. Existe una gran familia de videojuegos que emulan sobre una pantalla todo lo que ocurre en los tableros. La inteligencia artificial u otros jugadores a través de la versión online suplen la necesidad de encontrar adversarios, y los gráficos, música y sonidos mejoran la experiencia de las partidas analógicas. Esta selección reúne algunos de los mejores títulos. Cada uno destaca por una característica que lo hace especial para cada tipo de público.

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Armello

Un juego de tronos muy 'animal'

La corrupción y la ambición del rey de Armello se extiende por todo el país. Sus habitantes se han lanzado a una lucha por controlar el poder y usarán la magia y todas sus habilidades para conseguirlo. Esta historia, que parece salida de ­Juego de Tronos, emerge de cada una de las decisiones que toman en una partida de Armello. Los personajes son animales antropomórficos que se mueven por el tablero de juego lanzando hechizos, superando misiones y consiguiendo, poco a ­poco, hacerse con el control del territorio. La mecánica es simple, pero esconde una estrategia profunda que hace meditar cada movimiento. El estudio australiano League of Geeks consiguió lanzar su juego gracias a un Kickstarter. La clave de su éxito es conseguir reunir una historia interesante con aspectos propios del juego de rol clásico, los juegos de tablero y las cartas coleccionables con las que vamos mejorando a nuestros personajes partida tras partida.

Robots contra insectos

Todos los juegos nacen con una idea inicial: puede ser una historia, una mecánica o un planteamiento general. Justin Ma, uno de los autores de Into the breach, explica que el origen de su juego está en el concepto: “Robots contra monstruos donde los daños colaterales importan”. Este punto de partida se concreta en un mundo del futuro donde unos insectos gigantes han invadido la Tierra y la humanidad decide luchar contra ellos con unos robots gigantes y usando los viajes en el tiempo como estrategia. Las partidas se desarrollan en un tablero de 8x8 casillas, donde se debe intentar proteger a la población abatiendo a los insectos. Cada movimiento debe estudiarse con calma, planificando la mejor estrategia y anticipándose a los movimientos del adversario. No es un juego fácil.

Un solitario en la mazmorra

Hearthstone es un juego de cartas coleccionable, parecido al Magic the Gathering, dirigido a un público no jugador que ha transformado esta tipología de juegos ante una plataforma móvil. Tras él salieron gran multitud de juegos de cartas diferentes, muchos de ellos como réplica o mejora de este. Y siguiendo la estela de los juegos de cartas sobre una pantalla, el estudio alemán Tinytouchtales lanzó Card Crawl, un juego de cartas con una estética interesante que rompía esta fórmula cercana a los juegos de cartas coleccionables. Cada partida se desarrolla en una mazmorra donde hay una baraja de 54 cartas que hay que usar para sobrevivir gestionando los 13 puntos de vida de que disponemos. La mecánica es la de un solitario donde un tabernero lanza cuatro cartas con diferentes poderes que nos permitirán atacar a los diferentes monstruos que aparecen, defendernos, tomar pociones para recuperar puntos de vida o conseguir dinero. Un juego interesante para cualquier jugador no experimentado, pero a quien le gusten los solitarios con cartas. A medida que vayamos avanzando podremos desbloquear nuevas cartas con poderes especiales que formarán parte de la baraja.

Misiones vikingas de gran detalle

Cada vez es más fácil encontrar juegos de mesa que contengan una gran cantidad de figuras con mucho detalle y muchas veces pintadas con cuidado por sus propios jugadores. Wartile es un claro ejemplo de qué supone trasladar este tipo de juegos tan cuidados a una pantalla. El jugador dirige una gran cantidad de vikingos que deben superar misiones en diferentes lugares. Cada misión está representada en un diorama con gran cantidad de detalles que se puede girar, mirar desde diferentes perspectivas y analizar como si fuera un problema de estrategia o un reto de ajedrez. Los retos se pueden repetir una y otra vez hasta que se superan con el nivel de éxito deseado. Wartile destaca por este ritmo tranquilo, una curva de estrategia bien elaborada y una estética espectacular que intenta hacer vivir la experiencia de jugar con miniaturas en un juego de mesa llevado a la pantalla. Es el primer juego del estudio danés Playwood Project ApS.

Dominar los cuatro reinos con un mazo de cartas

Otro título que ha creado escuela dentro de los juegos para plataformas móviles ha sido Clash Royale, un juego que se desarrolla en un espacio limitado, donde los jugadores deben reducir a cero los puntos de vida del campamento adversario y, para ello, disponen de un mazo de cartas con los que invocan a diferentes personajes. Stormbound sigue esta estela y crea un título donde la estrategia y la reflexión tienen un papel muy importante. El juego se ambienta en una región con cuatro reinos, cada uno con características diferentes. En cada uno hay un adversario al que derrotar, y para ello deberemos elegir las cartas más adecuadas para crear un mazo con el que formar un ejército. A medida que vayamos ganando partidas iremos desbloqueando nuevas cartas y, por lo tanto, personalizando nuestras posibilidades. Stormbound ha sido creado por el estudio holandés Paladin Studios y cuenta con una versión para jugar contra la máquina, que sirve sobre todo de tutorial, y contra adversarios online. Es gratuito, aunque se puede comprar elementos dentro del juego.

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Wartile

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Stormbound

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