El Salvador. Camino de una nueva era

viajes

En pleno corazón de América, El Salvador es verde, abrupto, selvático y con espíritu salvaje. Sus cafetales duermen bajo el volcán, y sus habitantes viven con la esperanza de un futuro poderoso que borre del todo los cada vez más lejanos años de violencia y exilio.

Horizontal

Jinete en una calle colonial de Suchitoto, en el área de Cuscatlán

El Salvador ha sido uno de los castigados sin postre de América. 21.400 km2 con más de seis millones de habitantes obligados a echar de menos a los dos millones y medio que se fueron a EE.UU. huyendo de la guerra o del hambre. Hoy esos exiliados son la fuente de ingresos más importante del país gracias al dinero que envían.

a gente, abierta y auténtica, trabaja por olvidar la guerra y erradicar las maras (bandas violentas), y un aire emprendedor parece anunciar un nueva era. El país ha tomado las riendas hacia un nuevo destino: el turismo. Ha llegado la hora de salvarse, y la contribución del turismo en esta labor es vital, y apetecible, pues las alternativas son muy ricas gracias a la belleza y las singularidades del país. Playas espectaculares, rutas de pueblos y guerrilla, ciudades coloniales, música, cocos, café, pescado y omnipresentes pupusas (tortillas gruesas de maíz o trigo) nutren la voluntad de un El Salvador que trata de hacerse a sí mismo en busca de un nuevo perfil.

Aquí todo paseo turístico se traza en ruta: la de las Flores, de la Paz... en la Artesanal, uno de los lugares con más encanto es Suchitoto, ideal el fin de semana

San Salvador, la capital, muestra sus credenciales a los pies del volcán del mismo nombre. Huele a vegetación, a tortita de trigo y yuca frita... Las avenidas, adornadas con carros de cocos, se funden con calles donde el pequeño comercio y los mercados callejeros lo son todo, puestos que aún dan utilidad a la cacharrería, ofrecen mazorcas de maíz o yuca braseada a ritmo de cumbia.

Uno de los lugares imprescindibles de la ciudad es el monumento a El Salvador, alzado sobre la bola del mundo junto a zonas comerciales de wifi gratis. El Teatro Nacional, la plaza de Gerardo Barrios y la catedral, el parque Libertad acotan el centro histórico. Probadas las primeras pupusas, el himno gastronómico del país, se asaltan los puntos más turísticos, localizados a 45 minutos de perímetro de la capital.

Aquí todo paseo turístico se traza en ruta: Ruta de las Flores, Ruta Arqueológica, Ruta de la Paz... así, hasta una docena de trayectos que ayudan a perfilar las diferentes identidades de este país. En la llamada Ruta Artesanal, uno de los lugares con más encanto es Suchitoto, una delicia donde fotografiar calles empedradas, la iglesia, casas coloniales, tiendas artesanales, mercados y gente. Aquí se hace fácil el contacto con los salvadoreños y se descubre que la sobriedad de gestos estalla fácilmente en luminosas sonrisas.

Suchitoto es ideal para dejarse cae en fin de semana, pues la calle organiza un gran festival de artesanía y comida donde confluyen los viajeros con los artesanos y agricultores de la zona. A la salida de Suchitoto, rumbo hacia Aguilares, hay un excampamento de guerrilleros en el Cerro de Guazapa, un complejo de volcanes extintos que fue punto importante para la guerrilla. La guerra de El Salvador, de 1981 a 1992, dejó al país hundido económicamente, y el rescate ha sido proceloso y largo. Lo que en un principio fue labor de oenegé para integración de los excombatientes y recuperación del país ha pasado ahora a formar parte de un plan del Ministerio de Turismo y el Ayuntamiento de Guazapas definido como la Ruta del Combatiente, un plan que traza caminatas, rutas a caballo, comidas... un viaje por la historia de la guerra salvadoreña que pretende desarrollar el turismo histórico como opción de crecimiento para la zona central del país.

Y suena la cumbia: el pulgarcito de América, con mucho esfuerzo y valor, a reconstruir se dedica, de nuevo El Salvador.Muy cerca, desde Nahuizalco hasta Tacuba pasando por Salcoatitán, Juayúa, Apaneca, Ahuachapán y Concepción de Ataco, entramos en La Ruta de las Flores. La gracia está en los ­vergeles que rodean las poblaciones así como en el espíritu artístico de cada municipio. Un ­referente es Ataco, que ha transformado sus casas en murales de arte, cada cual con su propio relato naif y colorido reflejo cultural de la vida salvadoreña. Y al lado, los terrenos del Café de Ataco ofrecen la posibilidad de ­conocer las plantaciones, su cultivo y el proceso de tostado. Una finca que, como todos los cafetales salvadoreños, trabaja por la proximidad de los beneficios. Pese al escaso territorio de El Salvador y los años de guerra, el excelente microclima, su nueva naturaleza social y la tarea del Consejo Salvadoreño del Café han logrado posicionar el producto en el segmento de cafés gourmets del mercado internacional, con un gran valor ecológico.

En La Libertad y El Sunzal se citan las esencias marítimas del Pacífico, desde la subastas de pescado hasta las tablas de surf

Recorrer El Salvador es pisar sobre 21 volcanes. El 90% del territorio del país es volcánico. Lo habitual es pasar por carreteras de plantaciones de maíz y adentrarse de inmediato en ascensos selváticos y húmedos donde los volcanes se presentan altivos. Muy cerca de la capital, y a 2.030 metros sobre el nivel del mar, se encuentran los de Cerro Verde: Izalco y Santa Ana. Envueltos en bruma, propician un espectáculo visual, donde se suma al hechizo de excur­sionistas un esplendoroso ­orquideario donde danzan las mariposas y aletean los colibríes.

La cultura precolombina es otro de los grandes atractivos del país. La visita a la Joya de Cerén, en el departamento de La Libertad, es imprescindible para quienes busquen los restos del mundo maya en El Salvador. Los mayas desaparecieron del país en el año 800 d.C. y es otro grupo, los pipiles, los que encuentran los españoles cuando llegan. Actualmente no se habla la lengua maya, hay una población muy pequeña de indígenas porque en 1932 hubo un exterminio, pero sí existe el testimonio de su paso en La Joya de Cerén. Declarado en 1993 patrimonio de la humanidad por la Unesco, Cerén es el testimonio de la vida cotidiana de un pueblo agrícola en el año 400. La conservación del poblado es tan buena que se le ha otorgado el sobrenombre de la Pompeya de América.

El Salvador es, sin duda, un lugar para replantearse la vida y preguntarse si no es el rincón donde perderse. Las playas son las únicas de Centroamérica que dan todas al Pacífico, y resultan abrumadoramente espléndidas y poderosas en su franja de palmeral y arena. En La Libertad y El Sunzal se encuentra el mundo del mar en estado puro. Es obligado un paseo por el Puerto de La Libertad, que con un siglo de actividad sigue siendo un buen termómetro de la actividad pesquera del país, oficio que compagina hoy en día con el turismo. En el malecón se abre el mar en canal en manos de vendedores y pescadores. Allí se subastan pequeños tiburones junto a grandes rayas, camarones y almejas. Y junto a este despiece de océano, toman las olas jóvenes de todo el mundo que se dan cita en estas playas para vivir la liturgia de la tabla de surf.

La última postal del viaje es para la playa de San Diego, donde las tortugas logran el nirvana gracias a la asociación que acoge 1.200 unidades nidales, un proyecto que se ha convertido en una de las experiencias más interesantes para los viajeros y los propios salvadoreños. En una experiencia inolvidable, se vive la despedida de las tortugas recién nacidas en su largo viaje por el océano.

RECOMENDACIONES

CÓMO LLEGAR.

No hay vuelo directo entre España y El Salvador. Las conexiones se realizan desde otros ­países de Centroamérica como Guatemala o Costa Rica.

VISADO.

Los españoles estamos exentos de visada, basta con el pasaporte con seis meses de validez.

MONEDA.

En El Salvador dejó de circular el Colon hace 12 años, ahora la moneda oficial es el dólar americano.

CLIMA.

Los salvadoreños hablan de dos temporadas: la de hamaca y la de lluvias. El tiempo es muy amable y cálido la mayor parte del año, la época de lluvias comienza en mayo y termina en octubre.

EMBAJADAS

Embajada en El Salvador

embespsv@correo.mae.es

Embajada de El Salvador en España

madrid@embasalva.com

Más información:

CATA www.visitcentroamerica.com

Interface Tourism España Interfacetourismgroup.com

Horizontal

LA IGLESIA DE SANTA LUCÍA

La iglesia de Santa Lucía, también llamada del Cristo Negro, es el símbolo de Juayúa, un municipio de Sansonate, en la Ruta de las Flores. Se construyó a finales de los años cincuenta con vidrieras e imágenes españolas.

Horizontal

RESTOS ARQUEOLÓGICOS DE LA JOYA DEL CERÉN

Los restos arqueológicos de La Joya del Cerén reflejan con tal detalle la vida precolombina de hace 1.400 años que el lugar es llamado la Pompeya de América.

Horizontal

MURALES DE CONCEPCIÓN DE ATACO

Los murales de Concepción de Ataco son ya un emblema de la villa empedrada y orgullo de su gente. Prácticamente todas las calles del municipio exhiben en sus muros pinturas naifs de escenas tradicionales.

Horizontal

Una calle de Concepción de Ataco, en el departamento de Ahuachapán

Horizontal

Un puesto tradicional de pupusas, tortillas gruesas de maíz

Horizontal

El departamento de La Libertad, en el sudoeste, es célebre por sus playas y las ruinas mayas

Horizontal

Volcán de Izalco, situado en el oeste del país, junto a la cadena volcánica Santa Ana

Horizontal

Tostadora de café en Ataco; El Salvador produjo 72.500 toneladas en el 2016

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...