La competencia

Lourdes fue durante muchísimo tiempo la principal meca de las peregrinaciones católicas en Europa. Convencidos de que nadie les haría sombra, no se dieron cuenta de que, poco a poco, el número de visitantes menguaba. La causa: la crisis económica en los dos mayores estados europeos de tradición católica: España e Italia. El ente turístico da cifras poco esperanzadoras. La facturación ha bajado un 9%. Entre el 2009 –cuando la crisis ya era evidente– y el 2014, las visitas disminuyeron un 24%, las reservas hoteleras un 23% y el número de establecimientos un 25%. En un año han cerrado diez hoteles, y otros sesenta se ven obligados a ofrecer precios irrisorios.

la ciudad y el santuario de Lourdes las están pasando canutas y no se lo merecen

Aparte de la crisis, Lourdes tiene otro problema: la competencia. Al sur de Bosnia-Herzegovina hay un pueblo de unos cuatro mil habitantes, Medjugorje, en el que hace pocas décadas se apareció la Virgen María. En un mundo donde mucha gente se pirra por lo ultimísimo y considera que The Wire es ya una serie sin interés porque hace ocho años que dejaron de emitirla, es lógico que se valoren menos las apariciones de la Virgen a Bernadette Soubirous, porque tuvieron lugar hace más de siglo y medio. Las de Medjugorje, en cambio, son pescado fresco. Por eso, muchos peregrinos de Italia prefieren ir allí, que les cae más cerca. Lourdes ha perdido la mitad de sus turistas italianos.

Fue el 24 de junio de 1981 cuando seis niños, de edades entre los diez y los dieciséis años, explicaron que se les había aparecido “una figura femenina luminosa en el sendero que bordea el monte Podbrdo”. La figura llevaba un niño en los brazos. Al día siguiente se les volvió a aparecer y les dijo que era la Virgen. Hasta el 7 de mayo de 1985 se les fue apareciendo y cada vez les fue explicando, uno a uno, “diez secretos” que, como secretos que son, no han explicado.

Incluso la jerarquía católica se toma esas apariciones con escepticismo. Pero eso no ha evitado que Medjugorje sea hoy una meta de peregrinaje mientras Lourdes se hunde. Si yo trabajase en el ente turístico de Lourdes, buscaría unos cuantos niños –esas maravillas siempre les pasan a niños– y les sugeriría que explicasen que se les ha aparecido la Virgen. Si tuviesen parentesco con Bernadette Soubirous, ni que fuese lejano, ya sería la hostia. Así, Lourdes volvería a convertirse en la ultimísima novedad en peregrinaciones y Medjugorje quedaría en segundo término. Por el turismo, lo que sea necesario.

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