'La corte del faraón'

El titular es llamativo: “Resucitan la cerveza de los faraones, con levaduras de 5.000 años de antigüedad”. Cinco mil años son muchos, y eso da realce a la noticia, que va de un equipo de microbiólogos israelíes, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que han analizado restos de jarras de cerveza hasta que han conseguido determinar la levadura con la que se fabricó la bebida. Lo han hecho en colaboración con arqueólogos de la Autoridad Israelí de Antigüedades, que les proporcionaron lo que necesitaban. A saber: fragmentos de jarras del reinado del faraón Narmer (3.000 a.C.), del rey Hazael (800 a.C.) y del gobernador Nehemías (400 a.C.). Como las jarras eran de barro y por aquel entonces no había en el mercado lavavajillas superpotentes, conservaban, adheridos, restos de levadura. A partir de esos restos han producido cerveza y proclaman que es la primera vez que se consigue producir una bebida alcohólica con levaduras tan antiguas.

Anthony Bourdain estaba Hasta la coronilla de tanta pamplina cervecera

Pues muy bien. Un avance científico que nos sumerge, una vez más, en la senda de la originalidad cervecera y tal y cual. Hará tres años, la fábrica polaca Orders of Yoni sorprendió al mundo con una nueva cerveza que usaba como levadura bacterias de ácido láctico recogidas de la vagina de la modelo checa Alexandra Brendlova. Se lanzó al mercado con el nombre de Bottled Instinct, acaparó titulares de prensa y desde entonces no se ha vuelto a saber nada más de ella.

El gastrónomo Anthony Bourdain estaba hasta la coronilla de tanta pamplina cervecera. Explicaba que las críticas más aira­das contra su famoso programa de televisión venían de gente que consideraba intolerable que apareciese bebiendo cualquier buena cerveza en vez de dedicarse a catar las artesanas. “Me gusta la cerveza fría. Y me gusta pasarlo bien. No me gusta hablar de cerveza, sinceramente. No me gusta hablar de vino. Me gusta beber cerveza. Si me traes una buena cerveza artesanal la disfrutaré, te lo aseguro. Pero no voy a analizarla. Un bar es un sitio para emocionarte un poco, distraer tranquilamente tus sentidos, pasar un buen rato, interactuar con otras personas, tomar malas decisiones o lamentarte por tu vida”. Pero en este mundo en el que nos ha tocado vivir cada vez hay más gente que, en vez de disfrutar bebiéndola, sin más, prefiere el postureo cervecero. Sólo faltaban los científicos resucitando “la de los faraones”. No me extraña que, hace un año, Bourdain decidiese suicidarse.

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