Dejar de ser un pesado

–Ahá, por fin te pillo. Días buscándote, ¿cuándo quedamos para tomar unas cañas?

–Esto... ando muy ocupado.

–Venga, hombre, hay que relajarse un poco, una cañita con los amigos. He, he.

–A ver, te voy a decir una cosa…

Si invitas a alguien a un vino y te dice que no puede o no quiere, no insistas

–Uy, me miras con una cara... No va a ser nada bueno.

–¿A ti nunca te dijeron que eras un pesado?

–...¿Por qué? ¿Te he molestado, he dicho algo inconveniente? Disculpa.

–No has dicho nada malo, pero eres un pesado y ya no aguanto más. Alguien tendrá que decírtelo. Ya eres mayor, ¿tú sabes que eres un pesado? Porque lo eres.

–No sé ser de otra manera. Ya me lo dijeron alguna vez.

–¿Sólo alguna?

–Perdona, ya me voy.

–No, espera. No tenía derecho a decirte eso, ¡pero es que eres muy pesado!

–¿Crees que no lo sé? Sé que todos escapáis de mí, desde niño. Pero qué puedo hacer, soy así.

–Pues deja de ser pesado. Si invitas a alguien a un vino y te dice que no puede o no quiere, no insistas.

–¿Entonces cómo hago para quedar con un amigo? ¿Pero dicen eso de mí, que soy un pesado?

–No sé si lo dicen, pero esas cosas se saben. ¿O no lo notas? ¿Cómo empezó lo de ser un pesado? ¿Naciste o te hiciste?

–Todo debió de empezar de niño cuando alguien me señaló como pesado. Creo que entonces los demás empezaron a darme esquinazo y yo a perseguirlos.

–Mal hecho.

–Eso fue mi error y el inicio de todo. ¿Cómo hago para ­quitarme eso de encima? No ser pesado y que sepan que ya no lo soy.

–No insistiendo. Ves que a alguien no le apetece estar contigo, coges puerta y te vas. Con elegancia. Si haces eso, si aprendes a prescindir de los demás, te irás curando eso.

–Si fuese tan fácil. A estas alturas, todas las personas que me conocen saben que soy un pesado…

–Bueno, yo al menos te lo he dicho. Es que eres ya como un poco acosador. Con amabilidad, pero acabas agobiando a la gente. Perdona que te lo diga pero eres muy pesado, más que amabilidad lo tuyo es abuso.

–Y te lo agradezco, de veras. Voy a reflexionar sobre eso, me haces pensar. Voy a intentar cambiar, voy a hacerte caso. Tú sí eres un amigo. ¿Tomamos una caña? Invito yo.

–...

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...