Gente enrollada

Un día del pasado noviembre, una señora tomó en la estación de Sants el AVE entre Barcelona y Madrid. Al pasar la maleta por el escáner, el empleado de Prosegur vio en la pantalla la silueta de una granada de mano. Pero fue demasiado torpe para avisar inmediatamente a la policía y no reaccionó hasta media hora después. (Supongo que ya lo habrán puesto de patitas en la calle.) Creyendo que la mujer estaba en el andén, la policía detuvo la entrada y salida de trenes de alta velocidad y vació la zona de vías. Llegaron equipos de emergencia –Mossos, Guardia Urbana, ambulancias y bomberos–, además de artificieros y la unidad canina. Pero la mujer ya no estaba. Había tomado el tren de las 7.40. Cuando llegó a Madrid, en la estación de Atocha la esperaban policías y más artificieros. Dos agentes de paisano le pidieron que abriese la maleta. El supuesto explosivo era en realidad un cinturón con la hebilla en forma de granada de mano.

DÍAS ATRÁS VI LA FOTO DE UNA MAESTRA RUSA CON UNA CAMISETA EN LA QUE SE LEÍA 'WHORE'

La gente no es consciente de lo que implica llevar ropa o accesorios sin calcular sus consecuencias. Días atrás vi la foto de una maestra rusa que daba clase a sus alumnos –niños– con una camiseta que en el pecho lucía la palabra Whore (puta, en inglés). A estas alturas ya debe de saber lo que significa. Pero si vas a viajar en un medio de transporte que obliga a pasar un escáner, lo mejor que puedes hacer es dejar en casa el cinturón con la hebilla en forma de granada y llevar otro, que seguro que tienes muchos. Este caso me ha venido a la cabeza al leer el informe que la Administración de Seguridad estadounidense ha hecho público este mes y en el que constan las cosas raras encontradas en los equipajes durante el año pasado. En un aeropuerto también descubrieron dos supuestas granadas de mano en una maleta. En este caso no eran hebillas sino una broma para regalar en una boda. Muchos más objetos anodinos requisaron. Por falta de espacio sólo diremos tres. Una bomba con reloj temporizador, que resultó ser también de guasa. En un bolso, una mano de Freddy Krueger con todos y cada uno de los cuchillos que el personaje lleva en sus dedos. Y un artefacto explosivo que obligó a cerrar seis puestos de control en el aeropuerto de Newark. Luego vieron que era falso y que el hombre que lo llevaba en su equipaje de mano iba a Florida, a participar en un encuentro dedicado a la detección de explosivos por rayos X. No se sabe si quería poner a prueba a los detectores de escáner o si era simplemente imbécil.

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