Hola papi, hola mami

Cuando hace más de año y medio supe que unos tipos querían que Unicode crease un emoji de paella, pensé que era una chorrada. Pero luego calculé que ese primer pensamiento se debía al hecho de que, por prescripción de mi informático de cabecera, no utilizo WhatsApp y eso hace que, aunque encuentre emojis hasta en la sopa, no estoy tan familiarizado con ellos como los que viven en ese programa de mensajería instantánea. Uno de los impulsores de la batalla fue el humorista Eugeni Alemany, de la mano de la empresa de arroces La Fallera, que se ha apuntado un gol marketinguero de primera. Alemany viajó hasta California y visitó la sede de Unicode en Mountain View. Durante la parte final de su viaje colgó vídeos de su avance en coche hasta el edificio donde el consorcio decide qué propuestas acepta y qué propuestas no. Presentó la suya y supo que, para que le hiciesen caso, tenía que montar un buen follón en las redes sociales. Por eso, el 11 de marzo del año pasado, durante doce horas multitud de personas publicaron más de veinticinco mil tuits con la etiqueta #PaellaEmoji. A partir de ahí, la locura fue en aumento. Montaron una Fiesta de la Paella digital, un concurso que premiaba a quien escribiese el tuit más compartido... Se apuntaron otras empresas, políticos, deportistas...

¿Sirve para algo un emoji de paella? Ahora mismo lo analizaremos

Mis reticencias quedaron de lado cuando me enteré de que la Emojipedia había creado el emoji de una “paella”. Una presunta paella que, además de arroz y pollo, incluía colorante, trocitos de pimiento rojo, gambas y guisantes. Sólo le faltaban unas rodajas de chorizo para que la tragedia fuese completa. Si hay emojis de bailaoras de flamenco, de pelotas de fútbol y de tenis, de caras que sonríen, que ríen y que lloran, de corazones de mil colores, de sandías y de jarras de cerveza, puestos a hacer uno de paella, ¡al menos, que lo hiciesen de una paella de verdad! Ahí fue cuando me lo tomé como una afrenta personal. De repente, el 50% de mi sangre (la paterna, la valenciana) empezó a hervir y me apunté a la campaña. Al cabo de semanas retiraron el emoji del “arroz con cosas” y veo que el que finalmente han aprobado corresponde a una auténtica paella valenciana: arroz, pollo, conejo, garrofó, ferradura... Para celebrarlo, el 50% restante de mi sangre (la materna, la andaluza) ha preparado un ajopollo –pollo, patatas, ajos, cominos, aceite, sal, almendras y un poco de pan frito– del que en este momento ya no quedan ni los huesos.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...