Los sonidos del silencio

Uno de los problemas de los coches autónomos –esos que no precisan de conductor y que funcionan a base de radar, láser, visión computarizada y GPS– es su silencio. El silencio es una maravilla, que anhelas sobre todo si vives cerca de un bar musical y no puedes pegar ojo en toda la noche. Pero a la hora de circular es un peligro. Cuando vamos por la calle, a los que no somos sordos, el ruido del motor del vehículo que se acerca nos alerta y hace que giremos la cabeza para ver por donde viene exactamente, calcular a qué distancia está y actuar en consecuencia. Pero con los coches autónomos esa información sonora no te llega, de forma que con suma facilidad puedes acabar bajo sus ruedas.

QUE LOS MOTORES DE LOS COCHES SEAN SILENCIOSOS ES UNA PUTADA, FRANCAMENTE

Hace un par de años Ford incluyó un sistema de ruido activo en su Mustang que permitía emitir un sonido de alerta. Por la misma época, GLM, una empresa japonesa que fabrica coches deportivos eléctricos, añadió a los suyos chirridos creados con sintetizadores Roland. Son soluciones, pero estoy convencido de que las primeras veces que vaya por la calle y los escuche me desconcertarán y no acabaré de entender qué pasa con exactitud. Me sucederá lo mismo que cuando empecé a tener móvil. Necesitaba imperiosamente activar tonos que reprodujesen el riiing... riiing... de los teléfonos fijos de entonces, porque cuando sonaban tonos musicales nunca pensaba que alguien me telefoneaba sino que en algún lado sonaba una melodía. Con el tiempo me acostumbré, claro está.

Ahora, Mercedes-Benz ha decidido instalar en sus modelos deportivos más refinados –los de la gama AMG– sonidos creados por la banda californiana Linkin Park, que vivió su esplendor en los noventa y mezcla rock, rap y sonidos electrónicos, entre el nu metal y el rap metal. Se abre ahí una nueva vía de posibilidades para algunos grupos de música que con sus discos ya no ganan ni un duro. Muchos, si son veteranos y se disolvieron, a menudo se vuelven a juntar ahora, tras años de no verse las caras, para montar conciertos y conseguir así unos dinerines. Ansío escuchar los sonidos que crearán Gabinete Caligari, Kaka de Luxe o Siniestro Total para el anunciado Seat Rebenque, el modelo autónomo de la empresa radicada en Martorell. Lástima que Almodóvar & McNamara se dediquen ahora a otras cosas. O no: quizá será difícil poderlos unir de nuevo, pero, con voluntad y esfuerzo, nada es imposible.

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