Playlist vacacional

Una vez soltado lastre profesional durante unas semanas, se hace imprescindible alimentar los sentidos en las vacaciones. Suena cursi, lo sé, pero a los que sólo sabemos hacer una cosa a la vez, las vacaciones nos van geniales para probar cosas nuevas.

En el tema olores, toca probar la nueva Herrera Confidential, una colección de fragancias que prometen mucho. No sé si serán muy veraniegas pero esta temporada es perfecta para ver si me acostumbro al oud, al ámbar y al ylang ylang.

En el tema de la escucha, le daré una nueva oportunidad a Vulnicura, de Björk, un trabajo desolado y despiadado con el oyente con el que me reencontré en el concierto que la artista islandesa se marcó en el nada adecuado Poble Espanyol de Barcelona. Después de escuchar en directo su canción Quicksand creo que estoy listo para volver a zambullirme en su lago negro emocional. Si me quedan fuerzas después, y para coger calor, me reencontraré con Miguel Poveda y sus Sonetos y poemas para la libertad, que hornea la sangre.

Por lo que se refiere a la vista, la alimentaré con los brutales parajes urbanos de Shanghai y Pekín, a las que hace tiempo que no voy y de las que he estado leyendo en profundidad por temas de trabajo estos últimos meses. De una a otra iré en sus trenes de alta velocidad, que me han chivado que son como los casi perfectos Siemens que cubren el trayecto Barcelona-Madrid cuando no te toca un Talgo.

En el tema sabores, probaré las birras que Mahou se ha marcado con La Colección Casimiro Mahou, cuatro cervezas que si bien seguro no sabrán como mi adorada Mahou Negra seguro que me ayudan a profundizar en una bebida que hasta hace unos meses sólo solía usar como base para hinchar arroces y cuscús (¡lo que aprende uno en Marruecos!)

Y del tacto, pues qué quieren que les diga, me voy a dedicar a tocar a mi pareja con más frecuencia, matiz e intensidad de la que me permiten estos horarios nada conciliadores con la que los serranos lidiamos cada día.

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