Robot

Me llama un amigo por teléfono, cuando colgamos pienso en enviarle una foto que tiene que ver con lo que hemos hablado. La rescato del fondo de mi iPhone, intento hacer que le llegue por WhatsApp, no consigo dar con su contacto, le vuelvo a llamar: no tengo WhatsApp, me aclara. ¿Quééé?, pregunto sin dar crédito. ¿Un profesional urbano que apenas roza los 50, con familia, con contactos internacionales, al tanto de todo lo que se mueve por el mundo, y no tiene WhatsApp?

Más del 90 por ciento de los usuarios de telefonía móvil en España utiliza esta aplicación de mensajería instantánea. Yo entre ellos, naturalmente, aunque de manera moderada si me comparo con lo que veo alrededor. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, más de un 40% admite que lo usa continuamente, más del 45% varias veces al día. Familia cercana, amigos cercanos, amigos no tan cercanos, compañeros de trabajo, coleguitas de trabajo, mamás del cole de los niños, compañeros de clase en primaria reunificados en la madurez, rama de primos maternos, rama de primos paternos, fotos que van y vienen, emoticonos absurdos, memes a espuertas, montones de signos de exclamación...

un producto experimental responderá en las redes por ti para evitar el estrés de estar en todo

Con ellos convivimos a diario todos –menos mi amigo–. Y en general, nos facilitan la vida: nos ofrecen una manera de contactar de manera inmediata, nos proporcionan una forma de estar al tanto de los vaivenes de unos y otros y sacian la curiosidad de una forma veloz, permitiendo enviar y recibir información constante, desde recordar la hora a la que hemos quedado hasta enseñar el resultado de la última visita a Zara.

Todo estupendo hasta ahí, de acuerdo. El problema es cuando la interacción es tan frecuente y tan intensa que genera estrés: nerviosismo porque no te responden, porque no has podido responder, porque no has conseguido saber ya, ya, ya, ya aquello por lo que acabas de preguntar.

Para minimizar tal angustia, Google está desarrollando un producto experimental, algo llamado simplemente Reply que funcionará con WhatsApp y otras redes y plataformas. El objetivo es que un robot inteligente responda por ti, evitándote la obligación de estar permanentemente contestando a lo que te requieren, pero sin que al otro lado se percaten de tu desinterés, de manera que tu intercambio de mensajes y tu vida social en las redes puedan seguir a pleno rendimiento sin que te tengas que esforzar. ¿Liberador o absurdo? Creo que me voy a ­borrar.

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