Una hora al día

Sucedió un poco por accidente. No estaba previsto que leyera a Despentes. Tenía mis lecturas futuras ordenadas y en perfecto pipeline. Pero un café con mi amiga Silvia alteró este orden. Ella, que tiene una enorme facilidad para enroscarse intelectualmente a las víctimas que pilla desprevenidas (en este caso, el que esto les escribe), me recomendó a Virginie y, como tengo el Amazon suelto, pues nada, compré su Teoría King Kong, y entonces todo se descontroló.

Uno tiene la tendencia a leer de lo suyo. Que si la innovación, que si la estrategia de marketing y los informes de tendencias. Me di cuenta cuando revisaba de forma distraída el sumario de contenidos del libro de Despentes que había que abrir foco. Y ya. Urgente. Imprescindible.

Eso pasó hace menos de un mes y quería compartir con ustedes los resultados. Cada día desde hace años me obligo a destinar una hora a leer. No cuenta dentro de esta hora lo que se lee para existir (la prensa) o para cobrar (información de cliente). Lo que acababa pasando de forma casi invariable en esta hora es que sólo leía temas de curro.

Así que al obligarme a leer una hora sobre cosas que no tengan nada que ver con el trabajo o las esferas habituales de interés intelectual (que en mi caso coinciden casi plenamente) se han abierto mil mundos. Salpimentar el día a día con temas ajenos ha provocado una infoxicación tal que paseo un globo de ideas impresionante.

Empecé con Despentes, seguí con la cerámica de Edmund de Waal, un ensayo sobre la obra de James Bidwood y la biografía de la periodista Anne Leslie. El algoritmo de recomendaciones de Amazon no me vale, por lo que he vuelto a las escasas librerías que quedan.

Salir de la zona de confort intelectual drena más el cerebro que si lees siempre sobre lo mismo, pero sorprende cómo al levantar el vuelo un poco ves más bosque. Creo que si lo sigo haciendo acabaré viendo caminos que llevan de una arboleda a otra.

Lo que ya hacía con series y música ahora también toca con libros. Silvia y Virginie, muchas gracias y merci beaucoup.

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