El superjuez de Brasil

LA AGUJA DEL PAJAR: SÉRGIO MORO

Sérgio Moro, símbolo de la lucha contra la corrupción por el caso Petrobras, en el que se han producido decenas de detenciones de empresarios y políticos de alto calado, ha puesto contra las cuerdas a Dilma Rousseff.

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El juez brasileño Sérgio Moro saltó a la fama hace dos años cuando lideraba la investigación del mayor caso de corrupción

"O Super Moro”, como corean en las protestas en las calles brasileñas en apoyo al juez que ha puesto patas arriba las vacas sagradas de la clase política y empresarial de su país. Aclamado, pues, por unos, y denostado por los políticos en el poder, este juez de 43 años se ha convertido en el magistrado estrella del país latinoamericano, por su investigación sobre las presuntas prácticas corruptas del exmandatario Lula da Silva y de la actual presidenta Dilma Rousseff, vinculadas a los posibles sobornos de la petrolera Petrobras. Y sigue siendo el juez más popular del país a pesar de que la Corte Suprema de Brasil decidió ya hace unas semanas retirarlo del caso.

Moro forma un potente tándem con su esposa, la abogada Rosangela Wolff, próxima a la oposición a Rousseff

Carácter no le falta. Sérgio Moro ha sido elegido este año por la revista Fortune uno de los 50 líderes del mundo con mayor influencia. Casado con Rosangela Wolff de Quadros, con quien tiene dos hijos, comparte espacio familiar y profesional formando un potente tándem que ha hecho temblar la política brasileña. Se da la circunstancia de que su esposa no sólo le asesora a él jurídicamente, sino también a Flavio Arns, dirigente del principal partido de la oposición al Gobierno de Rousseff. Su carácter decidido y discreto lo ha heredado de su padre, Dalton Moro, descendiente de inmigrantes italianos, profesor de Geografía, y de su madre alemana, Odete Starke, profesora de lengua portuguesa vinculada al trabajo voluntario con personas discapacitadas. También ha influido la educación durante diez años en la escuela Santa Cruz de las monjas carmelitas españolas, donde prevalece la humildad como valor. Tal vez por eso prefiere que no se sepa de su disfrute con los buenos vinos ni de su marca favorita de cigarros. Definido de niño como inteligente y obediente, estudió Derecho en la Universidad Estatal de Maringá y se especializó después en la prevención de delitos financieros y la lucha contra el lavado de dinero en unos programas internacionales del Departamento de Estado norteamericano.

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