La prima de casi cincuenta millones de euros que Google pagó a Sundar Pichai para que no marchara a Twitter hace ahora poco más de cuatro años, visto lo visto, fue de lo más acertado, porque dentro de la reestructuración del antiguo Google, que a partir de ahora se llamará Alphabet y que seguirá dirigido por Larry Page, Pichai ocupará un lugar clave. El ingeniero indio ha sido designado para dirigir una de las siete divisiones de esta nueva compañía, la más conocida y la más potente, que engloba la actividad del archiconocido buscador, y que heredará el nombre de Google.
Ingresó en la compañía en el 2004 y pronto participó en el desarrollode Chrome, Gmaily GoogleMaps
Sundar Pichai, que ingresó en el 2004 como vicepresidente de gestión de producto, pronto dirigió al equipo que trabajaba en el navegador y sistema operativo Chrome, además de participar en el desarrollo de algunas de las aplicaciones más exitosas de la compañía como Gmail, Calendar y GoogleMaps. En el 2013 también tomó las riendas de Android tras la dimisión de su responsable. “Sundar lleva tiempo diciendo las cosas que yo hubiera dicho (algunas veces las ha dicho mejor de lo que yo hubiera hecho) y he disfrutado tremendamente de nuestro trabajo juntos”, ha dejado constancia esta semana Page.
No sólo despunta ahora con 43 años. Ya sucedía cuando todavía era un joven estudiante que fue galardonado con una medalla de plata por el Instituto Indio de Tecnología en Kharagpur, donde estudió ingeniería metalúrgica. No lo había tenido fácil. Nació en 1972 y creció en Chenai, una ciudad costera en India, en una familia humilde. Sundar y su hermano pequeño dormían en el salón y sin televisor. Por no tener no tuvieron ni teléfono en casa hasta los doce años. Parece que esa ausencia de la tecnología incrementó más el interés del joven por todo lo relacionado con ella según ha contado su padre, ingeniero eléctrico. El joven Pinchai se interesaba por todo lo que hacía su progenitor y quería saber cómo resolvía los problemas técnicos que se le presentaban. Algunos compañeros de escuela también lo recuerdan como un ratón de biblioteca de resultados brillantes, tímido, tranquilo, que apenas se relacionaba pero al que nunca le faltaba una sonrisa agradable.
Para otro compañero de clase, el éxito de Pichai muestra que se puede llegar a la cumbre si se trabaja con constancia y diligencia. Siguió formándose en la Universidad de Stanford, California, y terminó un MBA en Wharton School en la Universidad de Pensilvania, tras el cual trabajó en la consultora internacional McKinsey, por poco tiempo porque pronto tuvo una entrevista para Google, donde ya se quedó. El objetivo de Sundar Pichai según manifiesta es “lograr que la tecnología sea accesible a toda la población en nuestro planeta”. También quiere que la experiencia de los usuarios sea totalmente satisfactoria. “La gente quiere llegar a su correo electrónico al instante, sin perder el tiempo esperando a que sus ordenadores arranquen”. Los compañeros más cercanos lo definen como persona efectiva, que escucha y analiza siempre con una sonrisa. Siempre abierto a sugerencias y nuevas ideas, logra entusiasmar en el trabajo de equipo rodeándose de los mejores. Esta combinación le lleva ahora a dirigir Google, una aventura en la que le acompañan su esposa, su hija y su afición por el ajedrez.