Por primera vez en la historia una gran entidad bancaria mundial como Credit Suisse estará dirigida por un africano negro. Tidjane Thiam tomará las riendas a finales de junio. En la entrevista con el cazatalentos para este puesto, Thiam le comentó: "Tal vez sería necesario advertirles que has encontrado a alguien que es negro, africano, de habla francesa y que mide algo más de un metro noventa”. Una excepcionalidad que precisa de otra excepcionalidad tras la multa de casi dos mil millones de euros por fraude fiscal de Credit Suisse el año pasado. Y aquí llega Thiam para lavar la cara y mejorar la cuenta de resultados. Parece que el destino llama a este hombre a hacer historia. Ya sucedió también en el 2009. Por entonces, se convirtió en el primer directivo negro de una de las empresas del FTSE, el índice compuesto por grandes compañías que cotizan en el mercado de valores de Londres. En aquel momento la beneficiada fue Prudential, una de las mayores aseguradoras británicas. Beneficiada porque el mismo día de su nombramiento las acciones llegaron a subir un 28%. Cosas de la City.
También fue el primer directivo negro de una de las grandes empresas que cotizan en el mercado de valores de Londres
¿Pero qué tiene este hombre de 52 años que lo oscuro lo convierte en oro? Sin duda es un alquimista de las relaciones humanas y de los negocios según las personas que se han cruzado con él. Tanto es así que ya en 1998, el Foro Económico Mundial anual de Davos lo señaló como uno de los cien líderes mundiales del mañana. Claro que entonces ya era un joven ministro del gobierno de su país, Costa de Marfil, un país africano que sufre vaivenes políticos y económicos. Cuando Henri Konan Bedie asumió la presidencia en 1993, Costa de Marfil estaba sumida en una grave crisis. ¿Qué hizo el recién elegido presidente? Reclutar, cómo no, a Tidjane Thiam para impulsar las infraestructuras y recuperar la economía maltrecha. Licenciado en la Escuela Nacional Superior de Minas de París, estaba trabajando por aquel entonces en la consultora McKinsey & Co en Londres y con una suculenta oferta para integrarse en el equipo de Goldman Sachs. La rechazó para echar una mano a su país de origen. Y vaya si se la echó. Con una moneda devaluada en un 50% y al borde de la bancarrota, Thiam negoció con el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el sector privado. Un éxito rotundo que le valió ser nombrado ministro de Planificación y Desarrollo en 1998, un año antes del golpe de Estado, tras el cual dejó el país. A partir de entonces, su cotización personal no ha dejado de crecer hasta el momento presente, que ha sido fichado por Credit Suisse, una compañía suiza de más de 150 años que en los últimos tiempos ha visto como ha tenido que asumir y reparar parte del expolio nazi, así como cambiar esa tendencia a ayudar a evadir impuestos. Tidjane Thiam, padre de dos hijos adolescentes, está casado con Anette, también afroamericana y abogada brillante que estuvo trabajando para Joe Biden antes de que este se convirtiera en vicepresidente de Barack Obama, actual presidente afroamericano de Estados Unidos desde el 2009 y el primer afroamericano en ese cargo.