Josef Ajram: “Que la muerte te coja bien vivo”

El último día de mi vida

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Tiene una fórmula de vida que cumple a rajatabla: ocho horas para dormir, ocho para trabajar y ocho para él. Le gustan pocas cosas, pero las que le gustan las vive con intensidad. Dice que el secreto de su fortuna es saber, desde pequeño, lo que quería hacer y lo que no. Así que dejó de estudiar y se dedicó a la bolsa, su pasión y profesión. Josef Ajram (Barcelona, 1978) es popular, además de por los tatuajes que adornan su cuerpo, por preguntarse dónde está el límite sea en la actividad que sea, con la renta variable o en sus carreras de larga distancia. Siempre dice que no sabe donde está, pero sí dónde no está. “Espero no encontrarlo nunca porque eso querrá decir que ya no tengo ni objetivos ni motivaciones”, dice a El último día de mi vida. La gente, añade, ha de tenerlos para avanzar.

De padre sirio y madre española, Ajram acaba de publicar El pequeño libro de la superación personal 3. Cien nuevas frases inspiradoras que te llevarán adonde quieras llegar (Alienta) y lo abre con una que le dijo su hija Morgana, de nueve años: “Si quieres hacer algo, no te pares, no lo dejes para luego, hazlo ya”.

–La vida es un segundo, ¿no?

–Sí, podemos morir ya. Me sorprendió mucho ver cómo una niña de nueve años me decía eso. Me dijo que quería participar en el libro y me soltó esa frase. ¡Ojalá la mantenga y sea consciente de que la vida es un segundo!

–El problema es que crees que tienes tiempo, dice Buda en su libro. ¿Qué significa el tiempo para usted?

–Un bien consumible, que se va agotando y no se vuelve a repetir.

Además de con la frase de su hija, Josef Ajram se quedaría con otras dos de su libro: persigue tus sueños o alguien te pagará para que persigas los suyos, que popularizó Steve Jobs, y no puedes nadar hacia nuevos horizontes hasta que tengas el valor de perder de vista la orilla, de William Faulkner y que él ha utilizado mucho.

La vida es para Ajram “un regalo que nos hemos encontrado sin haberlo elegido y que debemos de vivir con intensidad”. No ha tenido ninguna experiencia con la muerte y se lamenta por ello, le apena.

–Digo que lamentablemente no porque es uno de los miedos que tengo ahora, encontrarme con experiencias con la muerte que van a ser inevitables. Me asusta cómo reaccionaré ante algunas situaciones que seguro que van a ser muy duras. Es, sin duda, una de las grandes preocupaciones que tengo hoy.

Pese a ello, considera que la muerte es un fin y no le tiene miedo, pero sí que tiene miedo “al dolor, y la verdad es que el dolor, el dolor constante, ha de ser una sensación terrorífica; me aterra y me da mucho miedo”.

En su libro cita una frase de John Lennon: “Cuando fui a la escuela me preguntaron qué quería ser de mayor. Yo respondí: feliz. Me dijeron que no entendía la pregunta y respondí que ellos no entendían la vida”.

–¿Qué recomienda Josef Ajram para ser feliz?

–Intentar trabajar en lo que te gusta; destinar un tercio de tu vida a algo que te apasione, que te llene y te ilusione, y tratar de disponer del máximo de tiempo libre posible para poder disfrutarlo con tu pareja, los hijos, la familia o con los ­amigos.

Entendamos la vida.

1. Si supiera que mañana es el último día de su vida, ¿qué haría? ¿Cómo lo pasaría?

Me pegaría un gran fiestón. Pasaría el día al límite y dándolo todo, como a mí me gusta.

2. ¿Qué le hubiera gustado hacer y ya no podrá porque no tendrá tiempo?

Quizá tener un hijo y vivir un poco la paternidad en el día a día. Yo soy padre, pero soy padre separado desde inicio, y quizá esta sensación de no haber estado en el día a día, porque la niña vive en Lleida desde bebé y yo en Eivissa, pues se echa de menos, o no, no lo sé, pero al menos el no experimentarlo siempre va a quedar ahí pendiente.

3. ¿Qué aconsejaría a los que se quedan?

Aprovechen el tiempo, cada día cuenta mucho. Sean conscientes que la vida puede dar un vuelco de una manera alarmante de un día para otro.

4. ¿Cómo diría que fue su vida?

Mi vida ha sido como una película. A veces, en conferencias, explicando quién soy, parece que sea el relato de una película perfectamente guionizada. La verdad es que me han pasado cosas tan emocionantes, tan inesperadas, que cuando me paro a pensar lo que he hecho, da realmente vértigo.

5. ¿De qué está más orgulloso?

Estoy orgulloso de conservar la integridad familiar: de la buena relación con mis padres, con mi pareja desde hace 10 años, con la que estoy casado, y con mi niña de nueve años. También del grupo de amigos que tengo desde hace 35 años. Pues estoy orgulloso de haber tenido una base muy sólida de gente, de personas, en la que poder apoyarme cuando lo he necesitado y en la que ofrecer mi hombro si alguno lo necesitara.

6. ¿Se arrepiente de algo?

Me arrepiento de muchas cosas, pero es injusto querer diseñar la vida más feliz, con lo cual me llevo mis arrepentimientos a la tumba y siendo consciente de que es parte de las reglas de juego de la vida.

7. ¿El mejor recuerdo de su vida?

Poder ver nacer a mi hija fue muy especial y el poder compartir momentos con mi mujer, mis padres y mi hermano pues también es especial. La verdad es que todo lo que engloba la familia, pero quizá el de la niña es el más especial.

8. ¿Cuál sería el menú de su última cena?

No existiría porque estaría de fiesta. Evitaría perder el tiempo en comer y lo dedicaría a bailar.

9. ¿Se iría a dormir?

No, para nada.

10. ¿Cuál sería su epitafio?

Que la muerte te coja bien vivo. Considero que la muerte, a mí, me cogerá bien vivo.

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