“Me gusta la libertad de no estar atada a una hipoteca”

El último día de mi vida. Pilar Castro

Horizontal

Admiraba a Elizabeth Taylor cuando era pequeña, le encanta Van Morrison y le sobra tanto fútbol. Si no hubiera sido actriz, se hubiera dedicado a algo relacionado con la alimentación. De hecho, cuando tiene tiempo libre, se dedica a trabajar sobre temas del comer, pero saludable. Pilar Castro (Madrid, 1970) es una de las mejores actrices de comedia que hay en nuestro país. Empezó como bailarina en el programa Aplauso de Televisión Española, estudió arte dramático y se dio a conocer en Historias del Kronen (1995), luego vinieron las series televisivas Al salir de clase, Los Serrano o Cuestión de sexo. Ahora interpreta en Ventajas de viajar en tren a Helga Soto, quien regresa a casa después de internar a su marido en un psiquiátrico. El filme, dice, te introduce en un viaje sorprendente en el que nada es lo que parece y “te enseña a ver que la lucidez de la locura es a veces más interesante que la cotidianidad de los, entre comillas, normales”.

Helga conoce en el tren a un psiquiatra que trabaja en el centro donde precisamente ha internado a su marido y le cuenta el caso de Martín Urales de Úbeda, el peor que ha tratado. Cuando el psiquiatra se despide, Helga se da cuenta de que es el propio Martín.

–¿Qué tipo de locuras ve en el mundo?

–Estamos inmersos en la locura de la tecnología, de los móviles. Estamos más conectados, pero también más solos. Estamos todo el día pegados a la pantalla del móvil.

Cree que los niños, nuestro futuro, están un poco hipnotizados, si no drogados, por la tecnología y aboga por enseñarles a aprender y explorar. También le parece que hay una locura del narcisismo, que la gente se mira mucho el ombligo y no respeta aquello que no es suyo.

Vivió la muerte de su padre con 17 años, ha visto cómo se ha ido una de sus mejores amigas y recuerda cómo, cuando era niña y “lo pasaba muy mal”, le daba igual morir. “Ahora, y especialmente desde que fui madre, no soporto la idea de morirme, ni que se mueran mis seres queridos”. Le tiene mucho miedo a la muerte y no cree que haya nada más allá, “por eso no me quiero morir”. Recomienda vivir la vida desde la sinceridad, dando y recibiendo amor.

–Creo que hay que respirar más, relajarse y pararnos.

Ya sabe. Inhalar profundo y exhalar despacio.

1. Si supiera que mañana es el último día de su vida, ¿qué haría? ¿Cómo lo pasaría?

Lo primero tener mucho miedo. Últimamente le tengo mucho miedo a la muerte porque disfruto mucho la vida; siempre he sido una persona muy miedosa y ahora disfruto de la vida. Pasaría mucho miedo, pero intentaría, sobre todo, estar con mis seres queridos, pasar una velada agradable y divertida, con sentido del humor.

2. ¿Qué le hubiera gustado hacer y ya no podrá porque no tendrá tiempo?

Tener otro hijo y, luego, me hubiera gustado hablar muchos más idiomas, viajar más, haber visto muchos más espectáculos, exposiciones, conciertos y estar más con mi padre, que falleció cuando yo era muy joven.

3. ¿Qué aconsejaría a los que se quedan?

Que estén en contacto con la naturaleza, que vivan en libertad, en paz. Sobre todo que intenten conectarse con ellos, que no se centren tanto en la tecnología digital, que experimenten más su parte de expresión, de sentimientos, que conectaran con el que tienen enfrente y que intentaran crear más comunidad, no estar tanto solos.

4. ¿Cómo diría que fue su vida?

Ha sido una vida llena de obstáculos que he ido saltando poco a poco. He intentado trabajarme mucho mi cabeza para sobrellevar las dificultades que me ha puesto la vida. Soy afortunada porque realmente lo que tengo es lo que quiero.

5. ¿De qué está más orgullosa?

De haber sido madre, de trabajar en lo que me gusta, en mi pasión, de tener los amigos y la familia que tengo. Estoy orgullosa de haber conseguido cosas que yo creía que iban a ser inalcanzables y poder vivir de mi trabajo.

6. ¿Se arrepiente de algo?

De muchas cosas. Sobre todo me arrepiento de no haber viajado más, de no haberme comprado una casa más joven, cuando eran más baratas, pero a la vez me gusta mucho la libertad de no estar atada a ninguna hipoteca; es una contradicción en mí. Me arrepiento de pequeñas cosas: proyectos a los que debería de haber dicho que no pero por miedo a que no me volvieran a llamar dije que sí... Pero de todos he aprendido, por lo que no me arrepiento.

7. ¿El mejor recuerdo de su vida?

El nacimiento de mi hijo y también cuando empecé a bailar de pequeña, tuve la suerte de bailar en un ballet con Giorgio Aresu y me acuerdo de ir al Conservatorio, de mi vida familiar cuando estaba mi padre… Yo creo que son momentos que echo de menos y ya no tengo.

8. ¿Cuál sería el menú de su última cena?

Soy muy comilona. Me daría un poco igual, lo que sí me gustaría es que fuera con la gente que yo eligiera, pero yo creo que comería mucho. Ya que me voy a morir comería de todo y mucho.

9. ¿Se iría a dormir?

No, aunque me gusta muchísimo dormir. Yo creo que me mantendría despierta, e intentaría irme al mar a ver el último amanecer.

10. ¿Cuál sería su epitafio?

Lo dejo para que me lo pongan los demás. Pero, igual sería que por favor continúe la cultura y el arte.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...