"Trato de tener los pies en la tierra"

El último dia de mi vida: Luis Fonsi

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No tiene que ver con ser el número uno en la lista de los más vendidos o pulverizar récords en YouTube. Para él, tener éxito es levantarse por la mañana y decir: “Estoy haciendo lo que quiero hacer y le doy gracias a Dios por eso”. Luis Alfonso Rodríguez López-Cepero (San Juan, Puerto Rico, 1978), Luis Fonsi, siempre quiso ser músico y estudió para ello. Tenía 10 años cuando su familia se mudó a Orlando y lo pasó mal; sufrió bullying y no prosperó con su primer amor de adolescente porque era demasiado morenito “y su madre le prohibió que saliera conmigo”. Estudió música clásica porque es “un fanático de la música”. Grabó su primer álbum, Comenzaré, en 1995, y se erigió en una estrella mundial 22 años después con Despacito, convirtiéndose en el rey del streaming.

Nadie sabe, explica, cuáles son los ingredientes, el secreto para que una canción se convierta en un éxito. “¡Yo no tengo ni idea!”, confiesa. Pero lo cierto es que Despacito ha sido número uno en 40 países y ha superado los 5.000 millones de reproducciones en YouTube. Dice que ni la música clásica ni la romántica van a morir, pero que la gente necesita el ritmo de la latina para sobrellevar los tiempos que nos ha tocado vivir. Ahora vuelve con el álbum Vida, dedicado a su hijo Rocco, porque su nacimiento, el 20 de diciembre del 2016, y el del disco fueron en paralelo. Ahí estás tú, le canta. Como le canta Llegaste tú en otro vinilo a Micaela, nacida también un 20 de diciembre, pero del 2011. Ese día y ese mes están tatuados en la piel de Luis Fonsi. Como grabado está también su amor por Águeda López, la madre de sus hijos, que encarna a la mujer segura, “no hay nada más sexy en una mujer que su seguridad, que se sienta bella tenga o no maquillaje”.

En el marco de una amplia gira por España, el martes presenta en València Vida.

–La vida es para mí muchas cosas. Te da tantos colores, tantos sentimientos, tanta alegría, tanto dolor, tanto movimiento, tanta tranquilidad... Y así es mi música; muy rítmica y muy romántica, muy alegre y muy triste. Nunca he seguido un perfil muy claro, no me define un género y me ha costado mucho que la gente entienda esto.

Ni ha sentido de cerca la muerte ni le tiene miedo.

–Creo que las cosas pasan como tienen que pasar. Voy a vivir mi vida al máximo, cuidándome, protegiendo a mis seres queridos. Pero no pienso en la muerte. Es algo que cuando llegue, llegará. Mientras tanto voy a disfrutar hasta que hable el búho cada día, como decimos nosotros.

Y entretanto, como le aconsejaron sus padres, intentar tocar el cielo, pero sin levantar nunca los pies del suelo.

¿Cuál sería su epitafio?Eso no lo puede escribir uno, ha de hacerlo otra persona. Pienso que es un poco raro autodescribirse hacia el mundo; lo que yo deje plasmado en la gente. Ojalá sea algo bonito, que es lo que trato de ser, una persona humilde, un buen amigo, hemano, un buen hijo, un buen padre, un buen esposo. Una persona trabajadora, con los pies en la tierra. Pero eso no me toca decirlo a mí.

¿Se iría a dormir?No. Ya de por sí me cuesta dormir en un día normal, imagínate eso, así que conociendo lo hiperactivo que soy lo último que haría es dormir, creo.

¿Cuál sería el menú de su última cena?Esta quizá es la pregunta más difícil que me han hecho en el día de hoy. ¡Qué difícil, Dios mío! No sé, algo muy casero, algo muy de mi tierra quizás, un plato muy típico de mi tierra, un mofongo relleno de carne frita o algo así.

¿El mejor recuerdo de su vida?Estos últimos años. Ver a mis hijos crecer ha sido lo que más tengo presente. Es difícil poner en una escala momentos como mi niñez o adolescencia y compararla con ahora; pero la realidad es que el amor que uno siente hacia los hijos es algo que lo tengo demasiado presente.

¿Se arrepiente de algo?No. Las cosas tienen que pasar por algo. Por supuesto que uno comete errores en la vida, pero creo eso tiene que pasar para madurar y para entender las cosas.

¿De qué está más orgulloso? De haber cumplido mi sueño, a base de mucho trabajo. De que esa visión que tuve de niño de algún día poder comunicarme a través de la música, de que esas tardes que me paraba frente al espejo en la casa de mi abuela a practicar las canciones y los bailes, y a practicar el piano, de que todo eso valió la pena.

¿Cómo diría que fue su vida? Bonita. A base de mucha fe, de mucho trabajo, de mucho esfuerzo, pero ha sido bonita, con mucho amor, de familia… No me puedo quejar. He tenido una niñez y una adolescencia bonitas que me ha llenado de firmeza y de humildad para ahora tener el equilibrio, el balance y la tranquilidad de hacer lo que amo, que es la música.

¿Qué aconsejaría a los que se quedan?Que disfruten de cada momento de la vida, que es demasiado corta y pasa demasiado rápido. Hay que disfrutar los detallitos de la vida.

¿Qué le hubiera gustado hacer y ya no podrá porque no tendrá tiempo?Ver crecer a mis hijos.

Si supiera que mañana es el último día de su vida, ¿qué haría? ¿Cómo lo pasaría?¡Qué pregunta tan dramática! Lo pasaría en una playa con mi familia.

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