“La vejez no te hace más sabia”

Charlotte Rampling

A lo largo de sus 50 años de carrera, la actriz inglesa (Sturmer, 1946) ha sido una joven rebelde en las películas de los sesenta que rodó en su Inglaterra natal, icono sexual y estrella de prestigio, desde la arriesgada 'Portero de noche'. En su nuevo filme, 'El sentido de un final', es la depositaria de un diario que puede remover el pasado de quienes aparecen en él.

Vertical

¿Novelamos el pasado?

Sin duda, pero no creo que sea algo negativo, porque, cuando analizamos nuestros recuerdos cambiando la óptica, descubrimos aspectos sobre nosotros o sobre los demás que no son los que dábamos por supuestos y esto es un ejercicio muy interesante.

¿Sobre todo para un intérprete?

Quizá. Considero que el arte sirve para comprendernos mejor unos a otros.

¿Practica la mirada nostálgica?

Todos lo hacemos de alguna manera. A veces nos aferramos a objetos que nos hagan seguir recordando momentos especiales de nuestras vidas, aunque sean dolorosos. Aunque perdonemos, a menudo guardamos las pruebas de lo que ocurrió.

¿A objetos y a personas?

Somos muy de idealizar el primer romance, por ejemplo. Más por lo bien que nos sentimos en aquellos momentos que por su objeto. Y lo recordamos; no mejor de lo que fue, porque es una emoción maravillosa, sino para entender el amor, del que nunca se sabe suficiente.

Borda usted los papeles de mujeres misteriosas…

Creo que el misterio se encuentra, a menudo, en los ojos de quien mira y encuentra atractivas a las personas que vivimos según nuestras propias ideas y normas. Al personaje que interpreto le importa más ser coherente en su comportamiento que especialmente simpática o cercana.

¿Qué le descoloca del ser humano?

Cómo permitimos que tengan poder sobre nosotros aquellos a los que no conseguimos entender. Nos ponen nerviosos, pero a la vez nos enganchan logrando que les prestemos toda nuestra atención. Lo que no se entiende siempre es interesante. A veces para bien y a veces para mal.

Tiene 124 películas en su haber, realizadas en, al menos, cuatro continentes. ¿Qué hace cuando no actúa o está viajando?

Leo. Guiones. Libros. A veces, para entender cómo hemos llegado hasta aquí. Otras, simplemente para saber lidiar con los distintos recortes que forman nuestra vida.

Aunque logró su primera candidatura al Oscar ya en plena madurez ha trabajado con Visconti, Oshima, Lars von Trier, Lumet, Woody Allen… ¿Existe el director perfecto?

Sí. El que se preocupa por extraer a su actor una interpretación hermosa y coherente. El que te acompaña en tu viaje y te escucha, te deja prepararte, ensayar y te hace aprovechar el tiempo al máximo. Hay algunos bastante buenos por ahí; como Rittesh Batra, que ha dirigido El sentido de un final.

¿Qué queda en su interior de la Rampling icono de los años setenta?

Todo. Y tal vez nada. La vejez no te hace más sabia, sólo te hace temer menos el cambio. Acumulamos experiencias que nos modifican intelectualmente, pero no estoy muy segura de que lo hagan sentimentalmente también.

Defina el primer día de rodaje.

Como el latido de una vida que comienza.

Lo peor de su profesión.

Las fiestas. Las detesto. Suelo quedarme en un rincón.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...