"La psicoterapia ha sido una enorme liberación para mi vida"

Siri Hustvedt

Escritora. Nacida en Minnesota en 1955 y licenciada en Filología Inglesa, Hustvedt tiene a sus espaldas una larga trayectoria en el campo de la novela y el ensayo, además de haber sido conferenciante sobre temas de psiquiatría y colaborado en medios como "The New York Times" y "Psychology Today". Su libro más reciente es" La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres. Ensayos sobre feminismo, arte y ciencia" (Seix Barral).

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¿Sus raíces noruegas han moldeado su modo de interpretar cuanto la rodea?

El hecho de crecer bilingüe te confiere una doble mirada sobre el mundo. Cada idioma incorpora palabras inaccesibles al resto, lo que te ayuda a entender hasta qué extremos el lenguaje moldea tu percepción de las cosas.

En uno de sus ensayos comenta que los mejores trabajos de Susan Sontag nacen de mirar dentro de sí misma. ¿Aplica usted siempre esta regla?

Me da la impresión de que Sontag era con frecuencia inflexible, normativa y tozuda en sus juicios. Yo procuro no guiarme por marcos preestablecidos al pensar y escribir para que lo objetivo y lo subjetivo dialoguen abiertamente, y combinar así la pasión con el intelecto.

También habla de la coexistencia de varias corrientes feministas. ¿Siente especial afinidad por alguna de ellas?

No sabría decir… Pienso que deberíamos promover la libertad humana y respetar al máximo la de género. Pero por desgracia seguimos anclados en viejas batallas y clichés antediluvianos. Lo prioritario, pues, es cambiar nuestra percepción.

¿Qué aprendió como profesora de escritura en un centro psiquiátrico?

Me abrió los ojos a la diversidad de las historias humanas. Todos tenemos una historia, y el modo en que nos la contamos y se la contamos a los demás es clave para la salud mental. Ninguna dolencia puede reducirse a un conjunto de síntomas y un perfil cerebral; hay que incluir la narrativa del paciente y la del médico que la interpreta.

¿Qué le ha aportado la psicoterapia?

Ha sido una forma de liberación bestial, algo inmensamente valioso para mi vida privada y artística. No puede cambiar el mundo, pero sí a ti y cómo reaccionas. Ampliará tus límites, te dará seguridad para encarar mejor las dificultades.

Como amante del arte, ¿qué pintores la fascinan como el primer día?

Bourgeois, Vermeer y sobre todo Goya.

En su último libro reitera su admiración por el cine de Almodóvar.

En él converge una maravillosa ristra de influencias que otorga a su obra una sensibilidad muy viva y personal. Es un auteur e hizo muy bien en no dejar que Hollywood lo canibalizara. También soy fan de Robert Bresson y de las comedias americanas de los treinta y los cuarenta.

¿Cuál es el principal desafío al que se enfrenta un matrimonio de escritores como el que forma con Paul Auster?

Los problemas siempre vienen de fuera, de comentarios sexistas, como que mis intereses y mis libros tienen deudas con mi marido, que no son ciertas. Pero nos apoyamos muchísimo y llevamos 35 años siendo excelentes amigos.

¿Cómo convoca a la inspiración?

Para controlar las migrañas aprendí a entrar en un estado de relajación profundo, y sin esa calma (y sin una mente abierta) la creatividad no aflora. La tensión es la gran enemiga del arte.

Su hija, Sophie Auster, es actriz y cantante. ¿Qué consejos le ha dado?

No pedir perdón por lo que crees y no hacer algo que realmente no quieras.

Su mayor afición.

La jardinería. Me ayuda a acallar las voces en mi cabeza.

¿Cómo se mantiene en forma?

Hago ejercicio cuatro días por semana: combino pesas y yoga.

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